Soy docente universitario de posgrado y en el último mes tuve una experiencia única: fui parte del tribunal de todos los proyectos de fin de la Especialización en Comunicación Digital, y me llevé una gran sorpresa al ver cómo cuando a los estudiantes se les motiva a desarrollar temas que les son más cercanos, generan ideas y procesos creativos potentes.
Son más de cien ideas y proyectos viables, prácticos y realizables en el poco tiempo. No son caros, necesitan una inversión pequeña pero su éxito radica en cómo se vinculan con sus públicos, con la comunidad con la cual quieren interactuar.
Desde los ámbitos educativo, periodístico, cultural, deportivo, artístico y hasta legal, los estudiantes vincularon las teorías de la comunicación digital con el entorno más cotidiano para comprender el mundo y reinterpretarlo desde la óptica de la comunicación digital. Asimismo, partieron del análisis de la realidad de consumo y preferencias mediáticas de la población, y conforme a esa información adaptaron sus iniciativas para que las pantallas sean complementarias y dedicadas para cada público.
No es propaganda sobre el programa académico, sino una reflexión sobre lo que la información, la creatividad y la formación teórica y metodológica logra hacer, sin la necesidad de poner a la tecnología y sus herramientas como única forma de crear conocimiento; es decir, desde la reflexión del entorno y de los usuarios, y sus preferencias de consumo digital, los estudiantes descartaron ciertos usos para la educación mediática, para la generación de cibermedios y para la lucha contra la infodemia.
Poseemos una base de datos de más de cien ideas con sus prototipos y sus respectivas narrativas digitales, con tiempos de ejecución, con presupuestos y público definido; con estrategias digitales y analógicas, con la finalidad de no restringir el acceso por las plataformas. No fueron tecno deterministas, sino prácticos, desde una reflexión crítica del uso de medios y plataformas digitales y sus entornos sociales y económicos.
Las universidades debemos ser el nexo entre la realidad y lo que desean hacer los estudiantes, sin ponerles limitantes de qué es lo que tienen que investigar o desarrollar como productos. Si no damos libertad, los proyectos no crecen y se quedan en los repositorios.
Felicitaciones a esta generación de especialistas en Comunicación Digital, quienes de seguro transformarán la realidad mediática de nuestro país con sus proyectos.