Banqueros, financistas, seguros privados, ansían, con gula incontenible, la privatización del IESS, para apropiarse de alrededor de cuatro mil millones de dólares anuales que recibe la seguridad social por los aportes de los trabajadores activos.
Hace rato se inició una agresiva campaña para privatizar el IESS. No cesan las denuncias de robos millonarios en los hospitales del Seguro Social, ni de millones de dólares perdidos en medicinas caducadas, mientras centenares de pacientes agonizaban por falta de medicamentos o de equipos médicos destruidos o sin uso. La campaña privatizadora continúa con médicos y pacientes que se organizan para protestar, con justa razón, por falta de insumos, medicamentos y equipos, tan indispensables en estos tiempos de pandemia.
Hoy se renueva la tragedia del IESS. Acaba de ser nombrado Jorge Madera Castillo, para dirigir el IESS, en su calidad de delegado del gobierno que, además, vetó las reformas a la Ley de Seguridad Social. Nada de raro tendría ese nombramiento por parte del Presidente que tiene la facultad legal para esa designación. Lo raro está, en que Madera ha sido cuestionado por diversas organizaciones, debido a sus antecedentes.
En el año 2004, ha sido separado de sus funciones que ejercía como Director General del IESS, por haber cometido, supuestamente, varias irregularidades en el manejo de los recursos de los afiliados. La Superintendencia de Bancos le habría multado en dos ocasiones por esas irregularidades, pero en estos días le ha dado el visto bueno para que desempeñe ese elevado cargo. ¿Con qué propósito, con que objetivos?
Banqueros, financistas, seguros privados, ansían, con gula incontenible, la privatización del IESS, para apropiarse de alrededor de cuatro mil millones de dólares anuales que recibe la seguridad social por los aportes de los trabajadores activos. Sirven para sanar a los enfermos, conceder préstamos hipotecarios para vivienda y quirografarios y pagar pensiones a los jubilados. ¿Quiénes permitirán se privatice el IESS?