Franklin Barriga López
Representantes de más de 140 países, bajo el lema “Paz con la naturaleza”, están reunidos en Cali, desde el lunes 21 de octubre hasta el sábado 2 de noviembre del presente año.
Para la realización del significativo encuentro, se puntualizó la importancia de natura, a fin de protegerla en sus diferentes áreas, terrestres, marinas, de agua dulce y restaurar los ecosistemas degenerados: “La naturaleza nos hace la última advertencia para detener esta guerra suicida: bosques arrasados, tráfico de animales, minería ilegal, especies extintas, ríos y mares contaminados”, entre otras evidencias negativas.
América Latina y el Caribe conllevan capital importancia en estos temas, por cuanto sus ecosistemas estratégicos, como los de la Amazonía, son esenciales para mantener el equilibrio ambiental del planeta que, cada vez más, presenta serias vulnerabilidades por la falta de la debida preservación.
En diciembre de 2022, en Montreal, Canadá, en un evento de similares características al que se está efectuando en Colombia, se acordó “Un nuevo marco global de Biodiversidad”, con la meta específica de detener y revertir la pérdida de Biodiversidad, mediante 23 objetivos que el planeta debe alcanzar hasta el año 2030 para tener alguna posibilidad de éxito.
Debe imperar mayor conciencia en torno al valor que tiene la naturaleza y sus sistemas únicos, gravemente amenazados. Se vuelve urgente un compromiso ineludible para que la vida en la Tierra no sufra menoscabo o se extinga.
Jane Goodall, aclamada científica británica, condecorada por la ONU como Mensajera de la Paz, difundió, hace años, esta medular pregunta: “¿Cómo es posible que la especie con mejor capacidad intelectual de la historia esté destruyendo su único hogar?”. Para corregir lo que está aconteciendo, la respuesta corresponde a la propia humanidad, con responsables y urgentes compromisos de respeto al medio ambiente.