Perdí y encontré

Matías Dávila

Matías Dávila

Este diario ha tenido la gentileza de publicarme durante 63 semanas. La mayoría de cosas que he escrito han sido políticas, pero hoy quiero hablar de algo más importante.

El 15 de febrero de 1995 nació mi hija Renata. Ella es mi primera hija. Murió el 29 de mayo de 2007. Y aquí es donde empieza la historia.

Tuve una compañera, una maestra. Pero desencarnó (no creo en la muerte) unas semanas después de haber cumplido sus 12. ¿Cómo se puede vivir luego de ver partir un hijo? No es sencillo, pero es posible. Esta experiencia me dejó en el principio de un camino mágico que me abrió las puertas a un entendimiento espectacular.

Hoy, aunque suene a locura, le agradezco a Dios por esta vivencia. Gracias a ella he podido acompañar a un sinnúmero de personas en sus duelos. He podido estudiar ‘la vida después de la vida’. Empecé mi camino con un versículo bíblico que me aparecía en todas partes, está en Jeremías 33:3. Dios me llevó a un camino que dista diametralmente de la religión formal… es más, hasta llega a antagonizar con ella. Hoy que ya no me reconozco seguidor de ningún credo, sino solo del maestro Jesús, tengo el corazón lleno de paz. Soy un hombre espiritual.

¿Cuál es la diferencia entre la religión y la espiritualidad? Que la religión tiene ‘verdades únicas’, ‘dogmas oficiales’ y personajes santificados. La espiritualidad es barroca, inclusiva. Sabe que no tiene la verdad y que esta se va construyendo en el camino. Sabe que todos somos hermanos y que es obligatorio enfocarnos en aquello que nos une. Este camino fantástico que empecé un 29 de mayo de 2007, cuando parecía que el mundo se venía abajo, es hoy mi más importante presea. Hoy acompaño a las personas que están atravesando un luto, y lo hago gratis. Mándame un mail a [email protected] Tengo un montón de noticias buenas que compartirte. Tanto si quieres prepararte para lo que vendrá o si quieres enfrentar lo que ya pasó.