Pequeños pasos

La organización del Estado como administrador y protector social exige líderes con conocimiento y ética, para crear y ejecutar planes y estrategias que permitan lograr los objetivos colectivos. En un país pequeño como el nuestro, esto debería ser fácil. Sin embargo, no lo hemos logrado. Apenas hay pequeños pasos en su organización; uno es la ley que organiza de cierta forma la independencia de los territorios, tanto en administración y recursos.

Con ocasión de las festividades centenarias de la independencia de la provincia de Cotopaxi y la presentación del libro Tacunga, de Leonardo Barriga, la directiva de la ACRQ, concurrió al acto y posteriormente pasó a supervisar una donación realizada por el doctor Germánico Mayorga, actual presidente de la Asociación, al municipio de la ciudad de Salcedo.

En la visita se constató con grata sorpresa que la organización del Patronato Municipal de esa urbe ofrece buenos servicios de asistencia en salud a la gente más necesitada, además administra un centro cultural y un teatro destinado a motivar el  desarrollo de eventos de ese tipo. Los funcionarios del municipio los operan en forma eficiente.

Observación que permite aseverar que la administración del Estado, a través de los municipios, siempre que prime la honestidad en los funcionarios, es un pequeño paso hacia la eficiencia y calidad de servicio. En los núcleos poblacionales menores hay calidez y cercanía con los ciudadanos, las autoridades identifican fácilmente las necesidades y así ofrecen un buen servicio.

Diferencias sociales existieron siempre, pero actualmente el número de pobres y desamparados es inmenso. Esto constituye un riesgo por numerosos factores y solucionarlo es muy difícil. Por ello, los pequeños pasos algo ayudan, hasta que emerjan verdaderos líderes que resuelvan estos problemas milenarios, hoy mucho más complejos, con la masificación de las drogas y el egoísmo acrecentado.