Paz y progreso en lugar de estallido y retroceso

Resulta que los 10 puntos reclamados durante la ocupación de Quito, al llegar a las Mesas de Diálogo se han desglosado en una serie de exigencias no contempladas inicialmente. El Diálogo debería servir para superar desencuentros y lograr áreas de colaboración entre las partes. Por ejemplo: los indígenas piden políticas de Estado que protejan la producción agrícola y el control de la especulación. En este punto, aprovechando la habilidad para elaborar proyectos que dice tener el Sr. Iza, con el Gobierno deberían trabajar en la construcción de un sistema de organización comunitaria que incluya siembra, recolección, acopio, industrialización y distribución de las comunidades campesinas. Así, el Sr. Iza trabajaría en algo positivo, en lugar de pasarse organizando el siguiente paro, o quizás soñando cómo le luciría la banda presidencial encima del poncho. De algo así podría generarse un modelo de gestión alternativo al comunismo que ha fracasado en donde se ha aplicado, y que para sostenerlo requiere de un tirano sanguinario y ensimismado.

En el campo de la salud, no hay nada acerca de las terribles e irreversibles secuelas que deja la desnutrición infantil, varias veces planteada por el presidente Lasso. Los indígenas están preocupados por el pago de la deuda al IESS y el reintegro de todos los profesionales de la salud despedidos. Hasta allí llega su preocupación.

El Gobierno debería implementar un sistema informativo que explique que la economía mundial está en crisis como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania;  que están alterados los suministros y precios de fertilizantes, del petróleo y de los fletes. Se dice  que cuando los países industrializados estornudan al Tercer Mundo le da pulmonía. También hay que saber que en nuestro país es donde se pagan los salarios más altos de América Latina. He aquí algunos ejemplos tomados de Wikipedia, al 1 de junio de 2022: Ecuador: $425; Chile: $375; Colombia: $220; Perú: $258; Cuba: $79; Venezuela $28.99.

Este nivel de salario no es suficiente para eliminar la precariedad laboral. Hay que fomentar la creación de nuevos empleos y el Estado no se alcanza. Por ello es impostergable dar incentivos a nuevos emprendimientos y activar nuevas formas de contratación. Lo demuestra esa desgarradora fila de 13.000 personas que han acudido a postular por las 200 vacantes de Emaseo. El Dr. Fabián Corral lo describe de una manera conmovedora: “Miles de personas buscando un empleo humilde; aferrándose al destino de una carpeta, a la remota posibilidad de encontrar un trabajo. Este es un golpe en la puerta de nuestra comodidad, un llamado de atención a la sociedad, y un tirón de orejas al Gobierno, a la Asamblea y a la empresa…. “.

Por tratarse de temas que conciernen a la sociedad en su conjunto, la Asamblea debería estar sentada en las mesas aportando con ideas, consensuando leyes. En lugar de ello se pasan maquinando el asalto a las entidades públicas, serruchando el piso de quien les incomoda, archivando proyectos de ley sin discutirlos, y conspirando abierta o mojigatamente.

Por otra parte, los diálogos, cuyo éxito anhelamos, no pueden servir de cortina de humo para ocultar otros asuntos. La dirigencia indígena tiene la obligación de explicar, y el país el derecho a conocer, cómo se financian y sostienen 18 días de movilizaciones, sin contaminarse.

El país necesita paz y progreso en lugar de estallido y retroceso.