El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en sus siglas en inglés), ha revisado y analizado 11,9 millones de archivos que recogen el trabajo realizado en despachos financieros offshore o paraísos fiscales, con lo que ha destapado, con mucha valentía y decisión, los negocios ocultos, la acumulación de dinero, generalmente sucio, por parte de 3 “presidentes en activo y 11 retirados, 90 políticos de alto nivel, congregaciones religiosas y artistas de fama mundial, multimillonarios y hasta el gobernador de un banco central”. Los “Pandora Papers” desatan “una telaraña de fideicomisos, sociedades interpuestas y archivos mercantiles, en sitios como las Islas Vírgenes Británicas o Panamá para evitar el escrutinio público de una parte sustanciosa de sus bienes”. Toda la información difundida es veraz. Ha sido revisada por unos 600 periodistas en todo el mundo.
El presidente Guillermo Lasso, está incluido en los Papeles de Pandora, como poseedor de empresas y negocios offshore, pero aseguró que no tiene propiedades en paraísos fiscales. Dijo que su patrimonio es fruto de su trabajo en el Banco de Guayaquil, donde tiene inversiones estructuradas a través de un fideicomiso local.
En un comunicado dijo que cumple y ha cumplido con la Ley Orgánica para la aplicación de la Consulta Popular efectuada en 2017, pero sólo la mención de su nombre ha abierto críticas por parte de sus adversarios e, inclusive, la Asamblea Nacional ha resuelto investigar “los Pandora Papers”.
En estos difíciles tiempos, que se abra una crisis política de inciertos resultados, colocaría al país en abismales caminos. Es indispensable que, por sobre intereses políticos y circunstanciales, reluzca la verdad fundamentada en la ética. La honestidad es vital para todos.