Nuevas autoridades

César Ulloa

Los retos son gigantescos y, además, desafiantes para las nuevas autoridades locales y seccionales. El éxito de su gestión estará en tres ejes: ética, técnica y rendición permanente de cuentas. En ese orden de ideas, la selección de los colaboradores es vital, pues la mala gestión de cualquier funcionario puede dinamitar la administración de cualquier alcalde y prefecto. Por tanto, es imposible nombrar en cargos de responsabilidad a cognados, agnados, compadres, novios, ‘amigovios’ y cualquier relación sospechosa e incómoda. El país no se merece más improvisación, pago de favores o la extorsión de los financistas de las campañas en la entrega de contratos jugosos que van desde los bordillos hasta la construcción de obras de gran calado.

El país tiene la posibilidad de construir una propuesta desde lo local hacia lo nacional y también dese lo local hacia lo global con identidad propia, pero sin perder de vista los retos, desafíos y perspectivas de una sociedad demandante y que transita a gran velocidad por las pistas de la tecnología. De la mano, el replanteamiento del modelo administrativo resulta esencial con una profunda desconcentración y descentralización, es decir, que los servicios lleguen a la ciudadanía de manera ágil, eficiente, cálida y en constante mejoría, sin que eso signifique la venia del gobierno central, pues muchas de las veces no se comprende las particularidades de cada provincia y sus cantones, sobre todo en un país megadiverso en todos sus matices.

La gobernanza de ahora tiene que concentrarse en un modelo que conecta múltiples niveles de planificación, gestión, ejecución y evaluación con actores y sectores de todo tipo por su especialidad, localización y recursos en el marco de grandes objetivos. En otras palabras, las ciudades no caminan por sí solas o únicamente con lo que hacen los concejales y los alcaldes. Los problemas son tan grandes, profundos y duraderos que demandan la participación de más agentes y nuevos modelos de administración. Después de la pandemia, nuestras provincias y ciudades son otras, no cabe duda.