El alcalde Jorge Yunda ha dicho que en su vida ha recibido muchos galardones, medallas, preseas y premios a raudales. Algunos serán merecidos, pero que diga que es un honor llevar un grillete electrónico, es una barbaridad que avergüenza al pueblo de Quito que lo eligió Alcalde con el 20% de los votos válidos, porque el famoso grillete electrónico coloca la justicia, generalmente, a los pillos y procesados, por temor a que se fuguen del país o como una medida alternativa a la cárcel. Algunos corruptos y otros pillos, se han sacado el grillete y han fugado del país, dejando a la justicia con la nariz larga o con un alzarse de hombros. No, señor Alcalde, el grillete que usted lleva no es ningún honor para usted y menos para el pueblo de Quito.
Quito y Pichincha han sido humillados con los grilletes electrónicos colocados al Alcalde y a la Prefecta, por motivos diferentes, pero son dos autoridades de enorme importancia para la capital de todos los ecuatorianos y la provincia.
El alcalde Yunda ha expresado que, para él, ese oprobioso grillete es una presea especial. “Esto significa haber salvado 50.000 vidas.” ¿Se puede salvar vidas con pruebas para el Covid-19 que no son confiables y sí con sobreprecio, según afirman los entendidos en la materia? ¿Un galardón es el grillete electrónico, que es una medida cautelar dentro de la investigación por supuesto peculado o exagerado sobrepago en la compra de pruebas de Covid-19?
En este proceso está en juego el honor del alcalde Yunda y, naturalmente, de los concejales que dejan hacer y dejan pasar. ¿Hasta cuándo los pueblos ven, oyen y se alzan de hombros ante casos de corrupción en todos los niveles? Así será esta lacra que siempre quedará en la impunidad ante tanta indiferencia ciudadana.