Navidad, amor, arte y luz

“Navidad/ creer que es cierto lo de las bienaventuranzas, comer el pan de calle, andar en todos los zapatos/”. Para Quito la Navidad y su significado de amor, paz y salvación para el mundo por la venida de Jesús es también belleza, arte y luz libertaria. Quito misma, de titilantes lucecitas nocturnas en el Panecillo, el Itchimbía, el tutelar Pichincha y todas sus montañas, nos recuerda los pesebres navideños infantiles. El hermoso nacimiento de El Carmen Bajo es una bella pléyade artística como los nacimientos de San Francisco, de La Catedral y de todos los conventos quiteños que debemos visitar, belleza escultórica y pictórica, preciosuras para el contemplador.

La Navidad, a más de su significado de  fe, es arte producido en la nuclear Escuela Quiteña, es riqueza del espíritu que la sociedad tiene derecho a disfrutar, valorar y salvaguardar. “El arte quiteño era cotizado en las Provincias y de los talleres de Quito salían las imágenes para satisfacer las devociones de los pueblos de la Real Audiencia”, sostiene la Historia da Arte Ecuatoriano. Ser Patrimonio Cultural de la Humanidad nos honra pero también implica gran responsabilidad para esta ciudad milenaria india y mestiza, heredera de la cultura mediterránea y profundamente religiosa.

Otro gran legado que debemos rememorar es la Navidad Rebelde de Chillo del 25 de diciembre de 1808, reunión de conspiración en pro de la libertad realizada en la Hacienda de Chillo-Compañía, propiedad del Marqués de Selva Alegre que, siguiendo el ideario político e intelectual de Espejo y la Escuela de la Concordia y, en concordancia con el anhelo y las luchas libertarias de Quito, planificó ese 25 de diciembre  la toma pacífica de gobierno monárquico para deponer a las autoridades españolas, tal cual sucedió el 10 de Agosto de 1809. Jorge Salvador Lara escribe que ”Allí estuvieron Juan Salinas y Zenitagoya; el Coronel de Milicias don Nicolás de la Peña Maldonado, nieto del sabio geógrafo riobambeño, el doctor Manuel Rodríguez de Quiroga, vicerrector de la Universidad; el doctor Riofrío, párroco de Pintag, y el doctor Juan de Dios Morales, profesor de Derecho Civil. A todos recibió el Marqués de Selva Alegre. Él había convocado este cónclave. ¡De esa reunión salió la libertad de América!”. Navidad de Quito, un legado de amor, arte y luz. 

[email protected]