Muerte cruzada: ¿qué esperamos ahora?

Milica Pandzic

Por primera vez en nuestra historia, se activó el mecanismo constitucional de muerte cruzada, se disolvió la Asamblea Nacional y se convocó a elecciones anticipadas. A una semana del decreto del presidente Lasso, parecería que en el país no pasó mayor cosa, poco ha cambiado. Tal vez, muestra de una mayor madurez política en nuestro país —en comparación a los últimos 25 años—; o muestra de que la disolución de Asamblea y elecciones anticipadas eran un deseo general de la población. En todo caso, hoy nos toca pensar en el presente y el futuro. ¿Qué deberíamos esperar idealmente?

Del presidente: que no piense en la relección, que es claro que no tiene posibilidad de ganarla. Que se enfoque en gobernar y en cumplir, en la medida de lo posible, con lo prometido en campaña. Que comprenda que el país requiere urgentemente de toda su concentración y gestión en este momento. Distraerse él y su equipo en elecciones es solo crónica de una muerte anunciada.

De los candidatos: que entiendan la crisis social y política que estamos viviendo, y la oportunidad histórica que tienen para hacer un cambio positivo cuando más se lo necesita. Que no piensen en llegar al poder solo por poder, sino para realmente aportar al país – y que haya mucha preparación de por medio; de ellos y de sus equipos.

De los propios ecuatorianos: que reflexionemos sobre el tipo de gobierno que queremos para terminar este periodo, y que hagamos un ejercicio consciente de elegir los candidatos más idóneos. Hay que recordar que finalmente los ecuatorianos elegimos al Presidente y a la Asamblea sobre los que hoy muchos están arrepentidos. Que no nos encontremos en la misma situación en el 2025.