Milica Pandzic
En el primer debate presidencial, el ahora presidente -entonces candidato- Noboa prometió que en su Gobierno invertirían 300 millones de dólares en la transmisión eléctrica porque “teníamos 0,05 centavos por kilovatio en costos de transmisión, 0,02 centavos más que el mundo desarrollado, 0,02 centavos más que Chile… “
El candidato Jan Topic le interpeló cómo lo haría, dado que se preveía un fuerte estiaje para el Ecuador, lo que conllevaría un importante déficit eléctrico. Noboa respondía que su plan iba a ejecutarlo en 9 meses, y terminaba su intervención con un contundente: “hay que entender que la correcta administración del agua y la correcta administración de la electricidad es lo que nos va a sacar del hueco en el que estamos hoy en día”.
Un intercambio técnico que parecía mostrar una pericia en electricidad que seguramente hubiera satisfecho al ministro de Gobierno, Félix Wong, pero que desafortunadamente no se ha materializado en soluciones. Dicho Ministro afirmaba hace solo 10 días atrás que no habría apagones, y esta misma semana el país entró en su tercer periodo de apagones programados en menos de un año.
Es una historia de no acabar. Tercer periodo de apagones programados después de promesas de campaña que no se cumplieron, después de la aprobación de la ley de “no más apagones” que no arregló la situación, y después de un sinnúmero de excusas, que van desde el “sabotaje interno” hasta los “gobiernos anteriores”.
Los apagones dicen más que cualquier palabra que pudiera venir hoy del Gobierno. Ni las llamadas del ministro Félix Wong a los medios de comunicación pueden ocultar que, por ahora, no han dado la talla para enfrentar las distintas crisis que sufre el país, entre esas, la energética.