Médicos a la calle, IESS en soletas

Alrededor de 160 profesionales de la salud, solamente en el Hospital del IESS-Sur, y como 400 a nivel nacional, fueron desvinculados de los hospitales de la seguridad social, este 31 de marzo de 2022. Esto significa 400 familias sin sostén económico para satisfacer sus necesidades.

Vale preguntarse en qué condiciones se quedaron en la desocupación estos galenos, que pasaron de héroes a desempleados, pues en plena pandemia, cuando las muertes asolaban y eran el pan del día aún, fallecieron varios que, como los hoy desocupados, estuvieron en primera línea, arriesgando su salud y vida. Ahora, sin una auditoría responsable, son despedidos, varios apenas con un aviso en horas de la noche que les informaba que al día siguiente no tenían trabajo.

Hay casos como el de una dermatóloga que perdió en la pandemia a su esposo, quien se contagio en servicio. Ella quedó como jefe de hogar y también fue desvinculada; sin embargo, mucha gente pescó a río revuelto y así aparecieron con nombramientos personajes que nunca estuvieron en primera línea, que máximo atendieron en teleconsulta. Incluso se dieron nombramientos en el ámbito administrativo, sector que no luchó contra el Covid-19.

¿Qué pasa con el gobierno y sus autoridades de salud, que ante este clamor se hacen de la vista gorda? ¿Por qué no se analiza qué mismo ocurrió? Aunque la Ley Humanitaria no esté vigente ya, no se ha cumplido con la misma y sobre todo se ha faltado irresponsable e inhumanamente con estos profesionales que hoy están sin trabajo, quienes durante toda la pandemia y desde antes pasaron en contratos ocasionales; es decir, sin todos los beneficios que un trabajador tiene, para que llegue este mes de marzo y sean puestos en la calle y a la deriva.

Los hospitales de la seguridad social están viviendo una crisis fatal. De buenas fuentes se conoce que en el IESS Sur, por ejemplo, no hay posibilidades de exámenes de laboratorio mínimos, como función renal o electrolitos; máximo se llegan a biometrías hemáticas. No hay material para cirugías y los prestadores externos tampoco aceptan la realización de estos procedimientos y exámenes por la mala paga de la que goza la Seguridad Social.

No se trata de tapar el sol con un dedo, pues en esta casa de salud no se admite que los pacientes que quieren y pueden pagar estos exámenes, por el bien de su vida, se realicen por fuera, de manera privada. Todo por tapar esta condición perversa que ocurre en estos momentos.

Hoy o nunca el presidente Lasso, que se llenó la boca hablando de equidad y ofertó un país con oportunidades, con atención de salud y lucha contra la corrupción, debe irremediablemente intervenir en favor de los ahora desempleados y sobre todo de los miles de afiliados que sufren a diarios estas ignominias.