Mártires palestinos

Con total prepotencia e impunidad, los habitantes del Estado de Israel arrebatan territorios, despojan de sus casas, hieren y asesinan a palestinos de la Franja de Gaza, Cisjordania y ahora de Jerusalén.

El actual estado bélico comenzó, cuando grupos de la ultraderecha israelí pretendieron organizar manifestaciones por barrios palestinos para atemorizarlos, desalojarlos de sus propiedades y finalmente expulsarlos de Jerusalén.

Los pobladores árabes realizaron una concentración en la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén. Fueron brutalmente reprimidos por los judíos y el saldo fue trágico con más de   300 heridos, muchos de ellos permanecen en estado crítico. ¿Acaso la fuerza militar respaldada por Estados Unidos, le da derecho al sionismo israelí para arrebatar territorios y asesinar continuamente a los palestinos indefensos?

En una especie de represalia, Hamás, la organización fundamentalista que mantiene el poder en la franja de Gaza, lanzó unos cohetes artesanales sobre territorio israelí. La mayoría fueron neutralizados, pero la respuesta sionista fue totalmente desproporcionada al lanzar sobre Palestina una serie de misiles y bombardeos sobre ciudades y aldeas que, al fin, produjo el saldo trágico de centenares de heridos, muertos, entre ellos, niños.

Israel pretende destruir toda aspiración palestina de vivir en paz en sus territorios, sin el temor de que lleguen hordas de asentamientos para quitarles casas y tierras como lo han hecho desde hace 70 años. ¿Convertir a Jerusalén en la capital de Israel? Imposible.

La peligrosa escalada bélica debe ser detenida antes de que estalle una guerra total que dejaría un lamentable saldo de muerte y destrucción. La ONU, la Unión Europea y las grandes potencias deberían intervenir antes de que sea demasiado tarde.