Fuerza, María Corina

Mariasol Pons

Quiso ser candidata y fue inhabilitada. Inhabilitada como solamente un régimen dictatorial logra hacerlo, a la fuerza. Pero logró identificar un nuevo líder, fuera del radar del régimen, para poder avanzar en su objetivo y lo logró a través de perseverancia. Como cada paso que va logrando María Corina Machado en su lucha por sacar del poder la peste del chavismo.

Un chavismo que comenzó por convertir Venezuela en un país similar a Cuba y que luego Maduro hizo todo el esfuerzo por llevarlo más cerca a Somalia. Los niveles de escasez y empobrecimiento del ciudadano venezolano empalidecen hasta a los más cínicos. Pero no crea, hay una clase de cinismo que supera el estándar, esa que no empalidece. Al Ecuador llegaron más de 2 millones de venezolanos, pero se han ido a otros países y se calcula que 500,000 habitan nuestro país. Jamás imaginaron que el 6 de diciembre de 1998 sentenciaban a su rica y espléndida nación a un declive socioeconómico vertiginoso.

La buena noticia es que Venezuela se ha plantado contra su verdugo, se ha manifestado en las calles, y lo hemos visto a través de múltiples videos. Las declaraciones de Nicolás Maduro acerca de un posible baño de sangre en caso de que su votación no sea suficiente para mantener la dictadura nos pone los pelos de punta. De hecho, esas declaraciones deberían llevar no una sino mil respuestas de apoyo a la voluntad popular que se espera pronunciar el próximo domingo 28 de julio, ojo, la respuesta verdadera de la voluntad popular. Las declaraciones del régimen se convierten en confesión de nerviosismo, de inseguridad, de estar muy cerca del fin de esa dictadura corrupta y cruel.

La candidatura de Edmundo González Urrutia ha recibido múltiples ataques; sus equipos asediados, sus vehículos vandalizados, sus equipos agredidos en los despliegues de campaña. Sus vidas, su integridad y su libertad se han visto continuamente amenazadas por el gobierno. Fuerza, María Corina.