Los pendientes que hereda Lasso

Pudo ser advertencia, pero pareció ironía: “la mesa no queda servida”. Moreno se va, con temas pendientes. En lo económico, atrasos con acreedores (gobiernos seccionales, jubilados del IESS y proveedores). Según Finanzas, el Gobierno debe $ 1.101 millones hasta abril de 2021. La deuda pública subió 8,6% en un año (está en $ 63.026 millones) y pagos por $2.666 millones por amortizaciones de la deuda externa hasta diciembre.

El nuevo gobierno debe pagar $590 millones a 11 mil maestros jubilados, pendientes desde 2008. Irresponsablemente, la asamblea saliente reformó la ley de Educación Intercultural que aumenta sueldos y privilegios de jubilación a maestros sin financiamiento, lo que quebraría el fondo de invalidez, vejez y muerte del Seguro.

Un estudio del Banco Mundial señala que el déficit del fondo de pensiones del IESS es de $ 2.333 millones en 2021 y llegaría a $ 2.511 millones en 2022, dificultando el pago de jubilaciones. En el área energética, solo en dos años, Ecuador perdió $106,8 millones por contrabando de diésel. Según Energía, un 10% del diésel subsidiado va al contrabando. Se suma la existencia no justificada de unas cuarenta entidades públicas con ahorro presupuestario de $ 10 millones.

Pero, no solo es la economía. En Salud, una gestión deficiente de la pandemia (recursos, insumos y vacunación de Covid-19). Persisten denuncias por corrupción y privilegios de ciertos grupos (alta burocracia y gente influyente).

En seguridad pública, guerras de bandas y narco carteles en prisiones y algunas ciudades (con casos de sicariato). Ecuador no solo es país de paso, sino productor. El 70% de las drogas pasan por puertos marítimos donde redes de corrupción facilitan embarques al exterior. Hay permeabilidad en las fronteras con Colombia y Perú donde, además del narco, existe criminalidad.

Lasso enfrenta aprietos por 14 años del hiperpresidencialismo creado por Correa y mantenido por Moreno. El estado es una organización corrupta, especialmente en infraestructura y petróleo, con coimas a funcionarios (como Correa, Glas, Celi o Agusto). Existe lavado de activos de dinero de la narcoguerrilla colombiana y carteles mexicanos en la economía formal e informal.

Lasso señala que la corrupción “es un cáncer que creció mucho y tiene relación con el gasto público improductivo”. Pidió a la ONU crear una comisión anticorrupción internacional para recuperar lo robado en el gobierno de Moreno, pero, sobre todo, en diez años de correísmo (que es casi igual a la deuda pública).