Los globos aventureros

Phileas Fogg es el personaje flemático que tiene todo organizado para dar la vuelta al mundo en 80 días, creado por Julio Verne, en su clásica novela de aventuras, que ha sido llevada al cine por más de una veintena de directores en varios formatos.

Pepepótamo es un hipopótamo creado por los animadores Hanna y Barbera; acompañado por un mono, viaja por todo el mundo. Es una de las versiones o interpretaciones de Fogg.

En otra novela del propio Verne, un grupo de presos se fugan de la prisión y llegan a una isla en donde conocen al capitán Nemo.

¿Por qué tanta referencia a Verne? Porque en su tiempo no había más que globos aerostáticos para poder remontar los cielos. Tanto Fogg como Pepepótamo y los convictos de la Isla Misteriosa, viajan en globos de aire caliente, como un medio novedoso e imposible de seguir para su tiempo.

En Ecuador, la última y única vez que se tuvo noticia de un Mongolfo, como se los conoce también por los hermanos Montgolfier, quienes popularizaron su uso como espectáculo y medio de transporte, fue cuando un aeroaventurero salió desde La Alameda y fue a parar en el patio del convento de las Conceptas, allá por el siglo XIX.

Los globos aerostáticos, que en un inicio fueron para investigación, como uso militar y para transporte, ahora son un instrumento del turismo, de espectáculo aéreo. Los festivales los reúnen y los amantes de la confección y dominio de estos artefactos que gobiernan el cielo, pero siempre y cuando el viento no sea fuerte, establecen metas para llegar y ganar.

Siempre se ha vinculado a los globos aerostáticos con la aventura, pues volar lo es, y también con la forma de navegarlos y llevarlos al punto que se desea, es decir, domar al viento. Hoy podemos tener esta aventura con el festival que se inicia en la Mitad del Mundo y sentir el viento y la adrenalina de que el aire caliente eleve al aparato.

Cuando se suban a su canasta, pueden ser protagonistas de una novela de Verne y fingir que escapan de algún malhechor, o bien, que son investigadores y descubren las formas que se perfilan en las ruinas de Rumicucho.