Licencia para robar

José Alvear

El Estado, un pésimo administrador, tiene la mala costumbre de sacar de nuestro bolsillo el ‘ajuste’ o ‘paquetazo’. Los impuestos son su escudo; así tiene licencia para robar.

Ecuador recaudó $17.164 millones en impuestos en 2022. Esto representó un 22,8% más que 2021, cuando obtuvo $13.976 millones, superando además en un 11% los $15.450 millones que eran la meta establecida para el ejercicio fiscal 2022, según datos del Servicio de Rentas Internas (SRI).

Pero, tengamos claro que elevar la carga impositiva y recaudar más impuestos de los bolsillo de los ciudadanos no significa que el país esté boyante. El empleo adecuado, que en diciembre de 2022 se ubicaba en el 36%, hoy está en el 34,8%. El desempleo, que en diciembre de 2022 rondaba el 3,2%, hoy se ubica en el 3,8%.  En pocas palabras, 2023 no es el año chino del Conejo para Ecuador, sino el año del cangrejo porque como va la cosa, parecemos estar caminando hacia atrás.

Las cifras de las recaudaciones que presenta el SRI demuestran la inflación que atraviesa el país. El indicador anual de precios de enero de 2023 alcanzó el 3,12%, cuando en enero de 2022 estuvo en 2,56%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Además, el sueldo básico unificado es de $450. Sin embargo, la canasta familiar está en $764,71.

Nos roban en la cara, porque tienen licencia para hurtar, mientras el país ya no da más. Los bolsillos de la gente no dan más. Sin embargo, quieren seguir desangrando a los ciudadanos, agarrando lo que pueden.

Existen posibles soluciones que requieren voluntad política y cambios. Por ejemplo, involucrar e incentivar a las Facultades de Economía de las universidades para que entreguen modelos de reactivación respaldados en la academia. Otra opción es eliminar ese grotesco impuesto a la renta que, según la tabla de los genios del SRI, puede llegar al 35% y seguimos afectando a quienes ya pagan impuestos.

Adicionalmente, es necesario reducir la burocracia que tan mal le hace al país. Debemos buscar líneas de créditos no reembolsables para pagar liquidaciones y adelgazar el Estado obeso que mantenemos. Así podremos canalizar las recaudaciones de forma óptima en servicios públicos eficientes.

Finalmente, hay que incentivar a los sectores productivos eliminando impuestos para que sean más rentables y  el empresario invierta la utilidad en hacer crecer su empresa. Esto generará más plazas de empleo y se dinamizará la economía. También deberíamos aplicar feriados tributarios de cero IVA al sector turístico con determinada frecuencia. Menos impuestos se ven reflejados en más facturación, lo que se traduce en una verdadera reactivación.

Si seguimos creyendo en el Estado como una religión y como nuestro ‘salvador’ , estaremos condenados a vivir en un país donde el ineficiente reclama, con licencia para robar, el control sobre el eficiente. Todo a través de los impuestos.

Así que llegó el momento de empezar a rugir por un cambio de mentalidad enfocado en: ¡Menos Estado, más Libertad!