La Patria bajo ataque

PACO MONCAYO

El pasado miércoles recordó el país la victoria obtenida en las cabeceras del Río Cenepa. Victoria así, sin el calificativo de ‘militar’, porque, como pocas veces en la atribulada historia patria, Pueblo, Gobierno y Fuerzas Armadas, integraron sus voluntades en una sola voluntad nacional; sus esfuerzos, en un solo esfuerzo general; y, asumieron la decisión irrevocable de defender su dignidad, tantas veces ofendida, con los resultados positivos que hoy celebramos.

27 años después, la Patria se encuentra bajo ataque, pero no de un vecino expansionista o de una subversión armada, como aquellas de la ‘Guerra Fría’; hoy aterroriza a la comunidad ecuatoriana el crimen organizado transnacional, en sus múltiples y perversas expresiones: narcotráfico, tráfico de armas, municiones y explosivos, trata de personas, tráfico de migrantes, cooptación de instituciones estatales y no estatales, ciberdelitos; en fin, una amenaza multidimensional aterradora.

Cuando mayor es la amenaza a la seguridad del pueblo ecuatoriano, encontramos un Estado debilitado, en algunos casos intencionalmente, por más de una década, sin una doctrina nacional de seguridad para el contexto del siglo XXI; sin un sistema que integre los esfuerzos de todas las funciones del Estado, todos los niveles de gobierno y la sociedad civil organizada; vacíos legales que atan de manos a las autoridades, dificultándoles desarrollar las acciones correctivas que son urgentes y necesarias.

Pero no todas son vulnerabilidades y debilidades. El país cuenta en la actualidad con un gobierno democrático que ha demostrado su disposición para combatir las amenazas; con unas Fuerzas Armadas que mantienen los valores y principios que orientaron su desempeño en 1995; una Policía Nacional dispuesta a defender su prestigio institucional; y, una sociedad civil cansada de tanto ultraje, con voluntad de apoyar las acciones gubernamentales.

Toda planificación, para ser eficiente, especialmente en políticas públicas de seguridad, que son de largo aliento, requiere establecer con claridad acciones de respuesta inmediata, junto a estrategias de mediano y largo plazo. ¡Ese es el gran reto para el actual Gobierno!