La Organización de las Naciones Unidas, para celebrar el Día Internacional de la Mujer, decidió denominar este año: “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19”, porque “las mujeres del mundo desean y merecen un futuro igualitario sin estigma, estereotipos, ni violencia; un futuro que sea sostenible, pacífico, con igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas. A fin de lograr este objetivo, el mundo necesita mujeres en todas las mesas en las que se tomen decisiones”.
La mujer no es símbolo, es una persona con todos los derechos, libertades, dignidades que, por su abnegación, esfuerzo, lucha y arduo trabajo es acreedora de todos los reconocimientos, mucho más en esta pandemia en la que la madre sacrificada, sin que le importen los peligros, sale a las calles en busca de un pan para sus hijos.
Es la heroína del hogar en estos duros tiempos y, a pesar de ello, en muchas ocasiones es marginada, maltratada y asesinada por hombres violentos, prepotentes, ignaros del valor consustancial de la mujer en el desarrollo de la humanidad.
Es la trabajadora de todas las profesiones y oficios, y en millares de casos está en la primera línea de combate para enfrentar al Covid-19. Muchas han enfermado y muerto, en ocasiones en el abandono y absurda soledad, y en cientos de casos son víctimas de la violencia machista y feminicidio.
En homenaje a la mujer se efectuará el Foro Generación Igualdad en Ciudad de México entre el 29 y el 31 de marzo, y se clausurará en París en junio de 2021. La lucha por la igualdad, dignidad y respeto a la mujer es aquí, ahora y mañana, en cada instante.