¿La libertad de expresión y de prensa en peligro?

LIMA. La Libertad de Expresión es un Derecho Humano, parte de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aparece en el Pacto de san José de Costa Rica y además en nuestra Constitución. Tiene dos reglas claras: i) no hay censura previa y ii) una vez emitido el contenido el mismo se encuentra bajo la legislación vigente (misma que se debe respetar).

Es decir nadie ni nada (mucho menos el Estado) puede impedir que alguien se exprese. Esto tiene una larga discusión sobre cómo actuar frente a quienes mal utilizan dicha libertad (generan desinformación, generan fake news, utilizan la libertad para emitir mentiras o contenidos que afecten a terceros, por citar algunos ejemplos).

La libertad de expresión es para todas las personas, todo el tiempo; en efecto se puede mal utilizar, pero precisamente porque esto no es la regla sino la excepción, no puede generarse mecanismos de censura previa. Es allí cuando entra la segunda regla de que, si se mal utiliza dicha libertad, tiene consecuencias que deben estar establecidas claramente en la ley.

Entonces es libertad para todos, todo el tiempo, sin que importe su opinión; no es un derecho para algunos, algunas veces y cuando dicen lo que a alguien le pueda gustar. Esto es uno de los problemas básicos de la democracia, cómo luchar por la libertad de todos pero entender que su mal uso no puede hacer que se busque controlar/censurar de alguna manera dicha libertad de manera previa.

Un derivado de la libertad de expresión, y quizás el que tenga mayor despliegue, es la libertad de prensa. Es el ejercicio ya no solo de la posibilidad de expresarse, sino la labor desarrollada por instituciones de sociedad civil, la academia, el sector privado y las entidades de prensa de los gobiernos, de informar, de investigar para informar, de crear contenidos basados en los hechos que se han investigado, en establecer líneas editoriales para opinar sobre la realidad de la sociedad. Aquí se mezcla el derecho de la libertad de expresión y el derecho de información de los individuos; pero también el derecho de creación de empresa por parte de las instituciones de prensa que son empresas; el derecho al trabajo por parte de los periodistas; el respeto a la privacidad y el honor que se debe tener sobre el tratamiento de la información de las personas naturales; pero también el derecho de acceso a la información pública para precisamente hacer vigilancia ciudadanía e investigar el accionar de las entidades y funcionarios públicos en las acciones del día a día gubernamental.

La Declaración de Chapultepec y la Declaración de Salta, sobre libertad de expresión y libertad de expresión en entornos digitales, respectivamente, instrumentos desarrollados de manera colectiva por parte de la Sociedad Interamericana de Prensa han sido adheridos durante las pasadas dos décadas por diversos Estados y sus gobernantes, como un símbolo de respeto a la libertad de expresión y la libertad de prensa; un respeto asimismo al Pacto de San José de Costa Rica de donde se nutre dichas declaraciones. Es un gesto importante a realizarse el adherirse a dichos instrumentos; pero no es un cheque en blanco, la labor de la sociedad civil, y de manera especial de la prensa, de evitar que se creen instrumentos que vulneren la libertad de expresión y de prensa son fundamentales para la vida democrática.

Y aquí llegamos a nuestra pregunta que da título a esta columna. La propuesta del ideario de Perú Libre era claro que cuestionaba a la SIP y por ende a las Declaraciones de Chapultepec y Declaración de Salta; planteaban una distinción sobre la “prensa” en aquella que ellos consideraban “adecuada”. Esto se ha visto reflejado en las declaraciones recientes del actuar premier, o en la decisión del gobierno de no permitir la participación de la prensa en actividades públicas (acción que ya ha sido cuestionada por la Defensoría del Pueblo y el Consejo de la Prensa Peruana, así como otras entidades de la Sociedad Civil). Por ahora no vemos aún mecanismos directos de control de contenidos/censura previa; sí se han mostrado mecanismos de presión sobre la prensa en general y sobre algunos periodistas en particular.

Recién inicia este gobierno, habrá que ver como avanza en estos temas, por lo pronto dejamos la reflexión: un gobierno que quiere controlar a su población controla su libertad de expresión en cualquier plataforma, sobre todo en plataformas digitales, y además busca controlar los contenidos de la prensa. La democracia se nutre de la libertad de expresión, es pues uno de sus pilares fundamentales. 

* ​​Abogado peruano, coordinador de ‘Internet Governance’ de la Plataforma eLAC

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