“Temprano levantó la muerte el vuelo,/ temprano madrugó la madrugada, temprano estás rodando por el suelo./ No perdono a la muerte enamorada/ No perdono a la vida desatenta/ No perdono a la tierra ni a la nada.” Esta elegía de Miguel Hernández se parece al dolor que sentimos por la tragedia del aluvión en La Gasca y su secuela de muerte, congojas y preguntas.
El alcalde Santiago Guarderas sostuvo que este desastre se debió a la intensidad de las lluvias pero, esa verdad a medias elude parte de la responsabilidad de la actual administración y de las nefastas de estos años en el pésimo manejo territorial. Los desastres urbanos se deben, mayoritariamente, a causas antrópicas, es decir a la acción humana.
Hay estudios científicos, como el informe D´Ercole sobre la vulnerabilidad del Distrito Metropolitano de Quito, y otros que nos han alertado sobre serios riesgos. ¿Se hizo lo suficiente en prevención? ¿Por qué se autorizan permisos para construcciones en laderas y tenemos una dramática destrucción de bosques, quebradas y ríos? ¿Hay funcionarios y hasta candidatos especuladores de tierras? Los pobladores han advertido sobre la tala de árboles y el grave riesgo potencial del proyecto Urkupamba.
El exalcalde Roque Sevilla dijo al periodista Jymmy Jairala que ni la sola idea de Urkupamba debió aceptarse. El artículo 252 del COIP establece sanciones para el cambio de uso de suelo forestal que provoque daños graves. El artículo 42 de la LOCGE sostiene que: “Los servidores de las instituciones del Estado, encargados de la gestión financiera, administrativa, operativa o ambiental, serán responsables, hasta por culpa leve, cuando incurrieren en acciones y omisiones relativas al incumplimiento de normas, falta de veracidad, de oportunidad, pertinencia o conformidad con los planes, programas y presupuestos por los perjuicios que se originaren de tales acciones y omisiones.” Necesitamos una veeduría independiente para evaluar este desastre que no debe repetirse. Nuestras infinitas gracias a la gente solidaria que socorre, consuela y está curando esta profunda herida.