La CELAC

Rodrigo Santillán Peralbo

La VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) impulsó el común compromiso que le permita avanzar en el proceso de integración en la diversidad y exigió poner fin al bloqueo de Estados Unidos en Cuba, al tiempo que destacó el diálogo político en Venezuela para superar problemas internos y rechazó la violencia de grupos en contra de las democracias que han perturbado la paz social en algunos países de la región.

El fortalecimiento de la CELAC es indispensable para forjar la unidad de nuestros pueblos, si se quiere superar con éxito la absurda división impuesta por fronteras convenientes a los grupos de poder económico, social y político que sólo ansían proteger sus intereses particulares. La integración de los pueblos es una necesidad impostergable en estos tiempos de crisis general que solo podrá ser superada con una verdadera unidad económica, social y política.

Existen signos positivos y uno de ellos es la unidad monetaria —impulsada por Argentina y Brasil, las mayores economías de América Latina que son parte fundamental de la CELAC—. El éxito de ese proyecto podría permitir que esa unidad se extienda por todo el subcontinente para, finalmente, liquidar la hegemonía del dólar estadounidense. La unidad monetaria latinoamericana y caribeña sería el éxito del siglo.

La VII Cumbre de la CELAC, es el “mecanismo intergubernamental de integración, diálogo y concertación política que emitió un documento conjunto que tiene 100 puntos de consenso y 11 declaraciones especiales, fruto del diálogo y el respeto. Es el multilateralismo solidario de la forma más vívida. Es vencer la cultura del odio y del descarte y anteponer la fuerza de la cultura del encuentro”, en palabras del diplomático Cafiero, que asistió a la Cumbre.