Jornada electoral

Kléber Mantilla Cisneros

Las heridas sociales causadas por el magnicidio cometido contra el candidato presidencial, Fernando Villavicencio, el 9 de agosto 2023, cicatrizan algo, cuando el país recupere el orden institucional y ahora logre elegir a sus mejores autoridades; en un proceso electoral diáfano, que permita superar el apéndice de la narcopolítica al momento de ejercer nuestro derecho al voto. Quizá, el mejor aspirante, de 16, que llegue a Carondelet, estabilice y reinvente el Estado ecuatoriano; ya en el poder, que genere acuerdos de unidad y cree consensos potentes, a través de un sólido diálogo nacional. Que inspire, en la ciudadanía, confianza con sus decisiones y políticas durante los próximos cuatro años de gobierno.

Ésta jornada electoral 2025 inició con refuerzo militar en las fronteras para evitar alteraciones por el contrabando de droga y la minería ilegal. Se facultó a mayores controles en aduanas y vías terrestres ante posibles atentados del crimen organizado, según la versión oficial. Hasta el cierre de la campaña, la congestión de mensajes en las redes sociales mostraba una tendencia a la serenidad y calma del sufragante, a una disminución del riesgo país en la economía y a superar la desinformación desatada en el espectro virtual. Apaciguar esas campañas temerarias que buscan el ausentismo en las urnas.

No obstante, ante el peligro de ser deportados desde los EE.UU, se espera, al menos, la disminución de electores ecuatorianos en el exterior. Esto sumado a la cantidad de procesos judiciales engorrosos, las pensiones de alimentos pendientes y la confusión provocada por la desactualización de padrones, anuncian un considerable electorado ausente. Cifra que podría preocupar y que exige la atención de los observadores internacionales invitados a verificar el desarrollo de las elecciones. Cada junta electoral en territorio que podría estar en manos de grupos al margen de la ley. Aún, hace falta una avanzada tecnología para detectar varios delitos digitales que podrían incidir durante el escrutinio de votos.

Un ejemplo, las unidades de inteligencia policial y militar pueden analizar el número celular 0989853498 de un centro Troll activo, manipulador de datos y recintos electorales, denunciado por usuarios de Internet. Suena increíble y un contrasentido que el Consejo Nacional Electoral (CNE) no suspenda esas cuentas electrónicas de riesgo durante el proceso. Una real democracia exige que acaben los sorpresivos apagones informáticos y electrónicos del pasado y padrones llenos con personas fallecidas, que a los 18 meses de aquel magnicidio, los electores no coman cuento al final del día.