¿Juicio Político? Mejor la muerte cruzada

Ugo Stornaiolo

El cálculo político de los interesados en el caos y la desestabilización y las presiones de los indígenas lograron su efecto sobre el dictamen de la Corte Constitucional para admitir el juicio político contra el presidente, pero solo por el delito de peculado, pese a los desatinos y errores del pedido enviado por la Asamblea para el efecto.

Los números del Legislativo empeoran en las últimas encuestas: solo 6% de aceptación. El 84% de ciudadanos cree que el presidente debe decretar la muerte cruzada, disolver la Asamblea y gobernar tres meses por decreto. Los líderes que encabezan el intento de destituir a Lasso son resistidos por la ciudadanía: Jaime Nebot, 74% de personas; el presidente de la Conaie, Leonidas Iza, 78%; y el expresidente Rafael Correa, 64%. Pero también al mandatario lo rechaza el 84% de ciudadanos.

Mientras tanto, los afectados por las inundaciones en la Costa, del sismo en El Oro y los deslaves de Alausí aún esperan ayuda, mientras los asambleístas buscan deshacerse del presidente y el vicepresidente e imponer un ‘alarconato’ (aludiendo al expresidente interino Fabián Alarcón que, con dos votos en el congreso, captó el poder) de Virgilio Saquicela, con asambleístas haciéndole el coro.

Hay desconcierto por la crisis, la inseguridad y la desgracia. Parecería que la naturaleza se ensañó con el país y los actores políticos siguen entretenidos con el juicio político al mandatario luego de que la Corte Constitucional lo admitió para que Lasso decida entre la muerte cruzada (no tendría asambleístas conspirando por tres meses) y la renuncia, para que lo reemplace Borrero.

De darse el juicio y hay 92 votos, Lasso sería censurado, destituido e impedido de ejercer cargo público por dos años. Hay legisladores preocupados por la activación de la muerte cruzada, pero algunos están a favor. El Gobierno asegura que no hará el juego a la oposición. De decretarse la muerte cruzada se disolvería la Asamblea, salida constitucional que representaría el ocaso de grupos políticos como CREO, el PSC y la ID, pero no del correísmo o Pachakutik, que buscarían candidatos.

Si escogen un postulante como Arauz los seguidores del caudillo neopopulista se pegarían otro tiro en la nuca, mientras se perfilan candidatos, como el del binomio Gustavo Larrea/Yaku Pérez, obligando a que Pachakutik presente su cuadro más visible pero resistido, Leonidas Iza, para que enfrente en las urnas la verdadera encuesta por los daños que sigue causando. Vienen tiempos difíciles para el país.