Jubileo de Platino

En estas últimas dos semanas hemos sido testigos de dos celebraciones históricas. La primera, el Bicentenario de nuestra independencia y la segunda, el Jubileo de Platino que marca los 70 años desde el ascenso de la reina Isabel II al trono británico, siendo la primera monarca en celebrarlo.

Aunque podrían parecer celebraciones distantes, hay elementos que las unen. Hay que recordar que Reino Unido fue la potencia extranjera que brindó el mayor apoyo a los movimientos que hace 200 años gestaron la independencia en América Latina, lo que incluyó miles de voluntarios que lucharon en los ejércitos de Simón Bolívar, asistencia financiera y reconocimiento diplomático. Sin ese apoyo, probablemente la historia de nuestro país sería otra.

Los elementos vinculantes de estas dos celebraciones no solo nos ayudan a refrescar la memoria histórica, sino que además nos permiten generar reflexiones sobre hoy y sobre el futuro.

Desafortunadamente, nuestro país está atravesando severas crisis y la capacidad para enfrentarlas se encuentra limitada. En este escenario, la cooperación de naciones amigas se convierte en un valioso aporte; Reino Unido no es la excepción. En la actualidad, ya no hablamos de independencia, pero podemos hablar de cooperación en seguridad, en anticorrupción, en la protección a los derechos humanos, en el cuidado al medio ambiente, entre otras esferas.

Abrir estos espacios genera oportunidades para seguir creciendo en conjunto, entendiendo que el mundo de hoy está más interconectado que nunca, que los riesgos que enfrentamos son globales y que no hay necesidad -en nuestro caso- de inventar soluciones para problemas que ya fueron solucionados. Que este Jubileo de Platino, además de ser la gran celebración que representa, sea una oportunidad más para seguir fortaleciendo las relaciones Ecuador-Reino Unido en ese sentido, y que duren por 200 años más.