El Estado obeso y el ciudadano raquítico

José Alvear

Dura realidad. Mientras el Servicio de Rentas Internas (SRI) festeja su récord de recaudación, porque el primer semestre de 2024 recaudó $10.281 millones en impuestos, monto que representa un crecimiento del 7% en relación con el mismo semestre del año anterior, las ventas de la empresa incluida las exportaciones caen en un 5% anual en el mes de junio en relación con el mismo mes del año 2023. Esto, porque las ventas totales de las empresas ecuatorianas sumaron $16,367 millones en junio de 2024; es decir, 5% por debajo de junio de 2023 que sumó $17,222 millones, según cifras del SRI.

La historia es la misma de siempre: un Estado lo menos solidario posible y nada austero que no se quiere achicar. Mientras tanto, con el aumento del IVA al 15% y las indudables crisis energética y de seguridad, la generación de empleo solo sigue cayendo.

No es solo una mera percepción. La colocación de dinero por parte de los sistemas financieros ha disminuido en un 40%, porque la mayoría de los ecuatorianos viven a crédito y se encuentran sobreendeudados. Así, ya son más de 4,7 millones de personas sin ningún tipo de empleo.

Es ahí donde está el desafío del Gobierno que asuma la administración del Estado en 2025.

Ya basta de TikToks y shows mediáticos. Necesitamos que quien asuma el poder llegue con una estrategia clara y un equipo eficiente para que los sectores productivos vuelvan a levantar sus ventas, aumenten sus rentas y lo más importante, aumenten los empleos.

El obeso Estado debe dejar de meter la mano en el plato de comida de los ciudadanos porque cada vez comemos menos y estamos entrando en un cuadro de raquitismo generalizado.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) las actividades profesionales cayeron en un 5,2%, la construcción bajó en un 4,6%, el transporte y almacenamiento en un 3%.

Se supone que el Estado existe para los ciudadanos y no los ciudadanos para el Estado; bajo esta premisa deben reducirse los impuestos y los aranceles con el único fin de que el Ecuador deje ser tan caro para propios y extraños. Esta es una fórmula efectiva para aumentar la producción y el empleo a la vez.

Estos son los problemas que requieren solución. Estamos hartos de peleas personales que no ayudan a salir del bache y que solo demuestran que quienes quieren el poder y la banda se movilizan más por la vanidad de la foto en los libros de historia que por generar cambios estructurales en el Estado.