¡Diga la verdad, tome acción y métalos presos!

José Alvear

El país tiene claro que los apagones son una herencia de varias acciones “alegres” y falta de acción, a la vez.

Para enriquecerse, un grupo de enfermos construyeron todas las hidroeléctricas posibles creando una matriz energética desbalanceada sin pensar que nunca es bueno poner todos los huevos en una sola canasta. Construyeron en lugares incorrectos y a precios de asalto, bajo la premisa de “roba, pero hace obras”. Así en diez años nos dejaron un desastre que aún no superamos.

Luego vinieron dos administraciones que no invirtieron en la generación de un solo kilovatio para Ecuador, olvidando que un país solo sale adelante con energía eficiente y educación de calidad.

La cosecha de esto son 8 horas de apagones.

Esa es la realidad, hay que aceptarla como tal y, en función de eso, reinventarnos como demostramos estar capacitados cuando se dio la pandemia.

Lo inentendible es, ¿por qué el Gobierno no dijo la verdad desde el inicio? Quizás eso hubiera generado más paciencia y mejor predisposición ante tan delicada crisis.

Ser solidarios con la ciudadanía no significa que se nos diga que nos van a pagar la planilla de la luz y que no nos va costar. Todo lo contrario, y hacia dónde debemos apuntar es a enfocarnos en generar nuestra propia energía de forma eficiente y a costos competitivos sin olvidar capturar a los verdaderos responsables de esta crisis y llevarlos a responder con todo el peso de la ley pues son responsables de las pérdidas económicas a todo nivel en lo privado, así como en lo público.

Es urgente integrar a la empresa privada en esta batalla contra la crisis energética y los apagones. Pero eso solo se logra con reglas claras, serias y con una estrategia para seducir el capital, de tal forma que puedan ser invertidos en el país sacándonos de esta crisis y generando plazas de empleo.

Hay una realidad. Es a la empresa privada a la que corresponde generar empleo, pero para aquello el Estado debe darle el clima y las herramientas.

Puntualmente hay que permitir que el sector privado pueda venderle energía de forma directa al sector privado sin pasar por el nefasto y corrupto Estado.

Esta es la verdad que hay que decirle al país. Meter presos a quienes nos llevaron a esta crisis no será persecución, sino justicia y solidaridad.