Lo que pasó en la Asamblea Nacional la semana pasada responde a una estrategia bien ejecutada por CREO y el presidente electo Guillermo Lasso. Una jugada ganadora y muy bien planificada, pues logró derrotar nada menos que a los social cristianos y a su líder Jaime Nebot.
El presidente Lasso ya no está en campaña electoral y ha cambiado de piel. Ya opera como político experimentado y dispuesto a jugarse el todo por el todo, incluso irrespetando un supuesto acuerdo con el PSC y UNES, que seguramente creyeron que las cosas con Lasso serían mucho más fáciles.
Con la elección de Guadalupe Llori, el gobierno entrante revela que no necesariamente escogió a su candidata favorita para la presidencia de la Asamblea, sino que escogió el mal menor; pues bajo ningún concepto querían que el presidente de la Asamblea fuera un socialcristiano. La noticia es justamente ésta: desde CREO la consigna era que no había como entregarle el poder legislativo a un representante de Nebot.
La importante decisión le permite a Lasso transmitir el mensaje de que, aunque no tenga mayoría en la Asamblea, armará “mayorías móviles” siempre que sea necesario.
CREO ya obtuvo su primer resultado, pero sabe que no podrá cogobernar con unos números tan ajustados y peor aún con fuerzas políticas tan dispares y heterogéneas.
Más temprano que tarde, la derecha tendrá que volverse a juntar para pasar leyes, sobre todo económicas, que permitan cumplir las promesas de campaña. Así mismo la izquierda y, sobre todo, Pachakutik deberá reconsiderar muchas de sus decisiones internas, que si bien le dieron la presidencia de la Asamblea, le impiden llegar a objetivos más ambiciosos como una mayoría sólida y coherente (con UNES) o la misma presidencia de la República.
Por su parte, UNES y el PSC ya estarán pensando en los próximos pasos, pues saben que son pocos los votos que les falta para revertir todo lo que se ha dado. Por ahora, el ganador es Guillermo Lasso quien hizo pasar el mensaje que podrá sentarse a negociar sin ningún temor, inclusive con sus pocas curules, pues ahora serán las distintas fuerzas políticas las que irán en su búsqueda y no viceversa.