Indolencia y autoridades

El científico Cristóbal Cobo denunció la inaudita y vergonzosa colocación de un basurero en el observatorio astronómico ancestral del cerro Catequilla, en la Mitad del Mundo, cuyos vestigios tienen más de nueve siglos.

También varios ambientalistas denunciaron la presencia del extractivismo en la zona megabiodiversa del chocó andino, declarado como reserva de la biósfera al Noroccidente de Quito. La marcha ‘No a la minería en Quito’ pidió a la Corte Constitucional una consulta para evitar estas actividades por sus grave impactos ambientales.

Estos hechos muestran la indolencia y desconocimiento de las autoridades.

El dolor de Quito por el descuido en todos sus frentes y territorios produjo el primer pedido ciudadano de destitución del alcalde Jorge Yunda el 15 de octubre del 2019, frente a los sucesos del paro.

Meses después, se produjo el pedido de revocatoria que fue negado por el desprestigiado Consejo Nacional Electoral (CNE) y, en estos días, un nuevo pedido de remoción para la alcaldía ha recibido la afrenta dilatoria de algunos concejales.

 La corrupción tiene como símbolo a los grilletes, y el desgobierno de la ciudad  nos causa hartazgo y dolor. Están heridos nuestros patrimonios natural, material e intangible, ese de las costumbres, leyendas y gestas.

El patrimonio cultural material de Quito, como lo resume el libro Pinceladas de la Historia, producido por la colonia de quiteños residentes en Quito, “se refiere a los bienes que se han creado a lo largo de la vida cultural de la ciudad” y comprende bienes arqueológicos prehispánicos, construcciones arquitectónicas, templos, edificios, parques, plazas, monumentos, pinturas, grabados y tallas de los artistas quiteños y otros.

Rodrigo Villacís refiere que el padre Juan de Velasco, al referirse a Bernardo de Legarda de la Escuela Quiteña, lo definió como “hombre de monstruosos talentos y habilidades para todo”. La ciudad de los ingenios quiteños que mencionó Espejo, esa de la Concordia sobre la violencia, esa de la ternura y la fuerza heroica del Pichincha, seguirá amando y defendiendo el alma de Quito.

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