IESS en crisis

Politiquería, corrupción, deudas del Estado, de patronos y afiliados, paulatinamente, conducen al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social -IESS- a una situación dramática con una economía debilitada y en crisis. Solo el Estado debe al IESS arriba de los ocho mil millones o más de 23 mil millones de dólares, según quien elabore los cálculos. Lo cierto es que deudores, dirigentes corruptos y malos administradores han puesto al IESS al borde de la quiebra.

Tan mal está el IESS que la atención médica ha devenido en un peligro mortal que se agrava por la falta de medicinas. ¿Quiénes son los irresponsables que condujeron al IESS a esta dolorosa realidad? Si personas murieron porque no recibieron atención médica o medicinas necesarias, los culpables deberían ser enjuiciados y presos por negligencia. Ningún afiliado merece inhumanas atenciones y mucho menos una persona jubilada, peor aún si padece enfermedades catastróficas. La responsabilidad, también, es del Estado que, solo por mora en el pago por servicios de salud, la deuda supera los 4.600 millones de dólares.

Pero es la corrupción la que podría llevar a la quiebra a la Seguridad Social. Las denuncias se acumulan, pero se empolvan en los cajones de la Procuraduría del IESS. También se han presentado denuncias por peculado, cohecho, tráfico de influencias e inclusive extorsión e intimidación a funcionarios. Todos saben de las corruptelas, inclusive denunciadas ante la Fiscalía General del Estado, pero todos guardan un ominoso silencio. ¿Por qué será?

Los trabajadores activos y jubilados que, con sus aportes, mantienen a esa noble institución, merecen consideraciones y respeto por parte del Gobierno y de los funcionarios. El IESS debe fortalecerse para atender a los afiliados enfermos.