En Vera ¡A su manera! se mantuvo un debate acerca del bolsillo roto del IESS. El fondo de salud requiere 60 millones y sólo tiene 20 millones de dólares; la atención de la salud desmejoraría más; se subirían los tiempos de jubilación, los aportes de los afiliados al 10 por ciento y de los empleadores al 13 por ciento de los sueldos. El Estado reconoce que debe 15 mil millones de dólares al IESS y le repondría sólo 9 mil millones.
Para Miguel García, Presidente de los Servidores Públicos, las causas están en la corrupción generalizada del gobierno correísta por los “robos a despampada”. Richard Espinosa, presidente del Consejo Directivo del IESS, no reconoció la deuda de 2800 millones de dólares y eliminó los 1 100 millones de dólares del 40 por ciento de los jubilados. Los afiliados contribuyen con 382 millones de dólares mensuales. Si no se enfrenta la crisis actuarial, existirán fondos para las jubilaciones de los 15 años venideros y no para los próximos 40 años. Henry Llanes, vicepresidente de los afiliados de Pichincha, aclara que el Estado debe 31 millones de dólares desde hace 30 años.
El presidente Guillermo Lasso pretende evitar la debacle del IESS para que “ya no sea moneda de cambio de negociación para servicios de salud”, para no perjudicar a los afiliados siendo una “caja chica”. Se sugiere que el IESS sea parte accionaria de la Ley de Hidrocarburos, incluir en el presupuesto del Estado la deuda de 700 millones de dólares de los jubilados y de salud de las enfermedades catastróficas; invertir rentablemente los 21 millones de dólares del BIESS y, según Cristina Reyes, asambleísta socialcristiana del Parlamento Andino, sacar a las mafias. Los empleadores deben más de 1200 millones; según García, “descuentan al trabajador y no le pagan al IESS, no es sólo mora es atraco”; para Carlos Vera, “hay empresarios ladrones que se los puede judicializar”. Si se da un despido intempestivo el trabajador no recibe su seguro de desempleo. Optar por una cuenta individual de control de fondos del IESS es una de las salidas.