Gobierno de los mejores

El pensamiento de José Ortega y Gasset (1883-1955) sigue latente en la actualidad, no obstante el tiempo transcurrido desde cuando sus obras se publicaron por primera vez. Son las ideas las que perduran y estructuran la civilización, cimentada en las enseñanzas de los autores clásicos.

 Este célebre filósofo madrileño, de gran influencia especialmente en España e Hispanoamérica, entre su vasta y enjundiosa producción escribió ‘España invertebrada’, libro editado por primera vez por Calpe, en 1921. Allí, dejó reflexiones de sumo interés no únicamente para su país que atravesaba tiempos difíciles y eso que aún no se producía la Guerra Civil que dejó, entre otras brutalidades, más de quinientas mil personas fallecidas, muchas de ellas ejecutadas por los bandos enfrentados sin opción a tregua.

 Ortega y Gasset, en la obra indicada, aseveró: “Cuando en una nación la masa se niega a ser masa, esto es a seguir a la minoría directora, la nación se deshace, la sociedad se desmembra, y sobreviene el caos social, la invertebración histórica”. En otra parte, expresó: “En ciertas épocas parece complacerse el alma popular, se vuelve sórdida, envidiosa, petulante y se atrofia (…) Presenciamos el lamentable espectáculo de que, en vez de seguir al jefe del partido, es la masa de este quien gravita sobre su jefe. Existe en la muchedumbre un plebeyo resentimiento contra toda posible excelencia y luego de haber negado a los hombres mejores todo fervor y social consagración, se vuelve a ellos y les dice ‘no hay hombres’. Una nación es una masa humana organizada, estructurada por una minoría de individuos selectos”.

 Para hacer un buen gobierno se requiere líderes capaces y honestos, que sepan rodearse de elementos comprobadamente calificados y no por oportunistas y politiqueros de la peor especie. Cuando ello acontece, los resultados son obvios.