¿Ganó el Ecuador?

Alejandro Querejeta Barceló
Alejandro Querejeta Barceló

La frase «la Patria no se vende se la defiende» que la asambleísta de UNES, Paola Cabezas, colocó en su curul bien podría servir como letra de reguetón. Con ella se abanderaron su partido, la Izquierda Democrática y Pachakutik para negar y archivar el proyecto de Ley de Inversiones del Gobierno. Los correístas, al final, dijeron que con esta decisión “ganó el Ecuador”.

Una nueva teoría de conspiración ha ganado: el proyecto beneficiaba “a la banca y a las grandes chequeras”. Se confirma su profunda ignorancia por la realidad social del país. La negociación, el comercio y la diplomacia parecen, por ahora, la fórmula a seguir en este complejo tema. Lo resuelto en la Asamblea, sin embargo, en verdad “beneficia”, en primer lugar, al desempleo y la pobreza extrema.

La estrategia correísta se fundamenta en la desinformación y la manipulación. Esta vez, no hay duda: la que sí pierde es la economía. Pero no solo eso. El creciente sentimiento de frustración entre la vasta clase trabajadora de nuestro país seguirá en ascenso. Hoy ve un tira y afloja que asienta la inestabilidad.

Lo decidido en la Asamblea pinta un escenario muy preocupante respecto a la seguridad social. A menos aportantes nuevos, ¿cómo reflotar financieramente? Y al Estado, ¿cómo seguir arrastrando el costo de empresas ineficientes, sobrepobladas y depredadoras del erario público? El asunto nos afecta a todos. En nuestro país cada vez que se toma el camino hacia la puerta de salida, por la de entrada asoman viejos fantasmas.

Los seguidores de los charlatanes de siempre están de plácemes. ¿Ganó el Ecuador? El margen de maniobra que le queda al Gobierno es estrecho, luego de las negociaciones con el FMI y el Banco Mundial, con Estados Unidos y China. Las reformas que podrían pasar la página de la lapidaria inseguridad jurídica, recurrentemente invocada como barrera por los inversionistas, tendrán que esperar.

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