Las personas que realmente crean bienestar, prosperidad y progreso en el Ecuador son los empresarios. Es importante reconocer que su esfuerzo es fundamental para el desarrollo del país. Ellos son los que generan empleo, producen y crean día a día una mejor nación.
Es hora de brindar un espacio de reconocimiento, sobre todo a aquellas empresarias que tienen una visión prospera, firme y se encuentran profundamente comprometidas con su país. Es un placer presentar a los lectores a Gabriela Sommerfeld, mujer, madre y apasionada ecuatoriana que lucha día tras día para construir y hacer país.
Es una empresaria ecuatoriana destacada a nivel nacional. Uno de sus proyectos más relevantes en su carrera profesional ha sido Aerogal; sin embargo, resalta a sus hijos como el más destacado en su vida. Actualmente, se encuentra desarrollando diversos proyectos, desde el desarrollo inmobiliario hasta la creación de nuevas aerolíneas.
Recuerda que todo inició cuando decidió dejar el rol de madre y entrar en el de profesional con la aviación. Gabriela envía un mensaje para todas las niñas, adolescentes y mujeres del Ecuador. Manifiesta que no hay imposibles. Todos los sueños se convierten en realidad. Les invita a que visualicen lo que quieren y trabajen por ello, a pesar de los obstáculos para lograrlo, sin importar el tiempo. Les garantiza que va a ser lo mejor que pudo haber pasado, gracias a su trabajo y perseverancia.
Se encuentra firmemente convencida que el Ecuador es un país maravilloso, abundante y generoso lleno de oportunidades. Manifiesta que debe ser nuestra primera opción para seguir invirtiendo y desarrollando proyectos con la finalidad de generar plazas de trabajo y a la vez servir mejor a los ecuatorianos. Identifica como un propósito común el convertirnos en referentes globales.
Gabriela Sommerfeld es un ejemplo a seguir como persona y empresaria. El Ecuador necesita más versiones propias de Gabriela Sommerfeld; es necesario guiarnos por personas como ella para transformar nuestra realidad personal, social y nacional.