Europa está en guerra

Putin le ha declarado la guerra a Europa y al mundo occidental en el sentido más tradicionalista y nefasto del término. No importa cuánto supuestamente la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) le haya obligado a tomar esta decisión, sino cómo él le está obligando a la OTAN a tomar represalias, por ahora económicas, hacia Rusia.  Lastimosamente la situación sigue agravándose y pronto podría precipitar y desencadenar el peor escenario que podamos imaginar: la tercera guerra mundial.

El líder ruso sufre de sobredosis de adrenalina bélica que además de ofuscarlo podría llevar a Rusia hacía el desastre. Está tan sesgado y engreído que ni siquiera contempla el hecho de que los demás estén dispuestos a responderle y que, como en toda guerra, hay la eventualidad de que pierda. Pero en Rusia nadie le puede cuestionar al “Zar”.

Sin embargo, por lo pronto, Putin, lejos de triunfar, ha debido soportar derrotas y pérdidas, tanto humanas como de armamento, que seguramente no tenía previstas. Estaba más que confiado de que en un par de días ya estaría festejando la toma de Kiev, pero ya vamos dos semanas y las cosas solo van empeorando para su ejército y el mundo.

Las cosas le han salido mal y ya debería aceptar que debería dejar de invadir para sentarse a negociar, pero esto significaría tener sentido común y conciencia de lo que está causando a millones de personas, que hoy viven la más grave de las catástrofes provocadas por el hombre: la guerra.

Es evidente que el plan va más allá de Ucrania e involucra a otros actores que ya mismo van a jugar sus cartas. Me refiero a China , con la cual Rusia ha mantenido conversaciones de alto nivel justo antes de la invasión. O a Bielorrusia, que ya reclama acceso al mar, y otros que hoy aparentan clamar la paz pero en el fondo son hinchas de Putin, quien seguramente le promete mucho más que Ucrania.

Como ya lo dije, Europa y la OTAN hoy están en guerra y difícilmente van a ceder ante la prepotencia y síndrome de superhombre de Putin. Hoy, más que nunca, urge que se entienda que el mundo occidental está preparado para enfrentarse con determinación a pequeños hombres que gobiernan a grandes países.