Estupidez o picardía

Paúl Tabori en su libro La estupidez humana cuenta tres casos reales de estupidez de la justicia: De un abogado que realizó la increíble hazaña de representar a ambas partes en un juicio sentenciado y luego apelado. En su defensa alegó “haber creído que en segunda instancia se trataba de un caso completamente distinto”. Fue procesado y absuelto pues el juez consideró que era un caso de inexperiencia, a pesar de que a ambas partes cobró sus honorarios.

El otro caso es de una señora que inició juicio contra ella misma por 20.000 dólares. La suma de dinero era porque había sufrido heridas en un accidente de tránsito provocado por el señor N.N. dos años antes, quien murió en dicho accidente. Pero que fue nombrada administradora de los bienes del difunto. De modo que cuando inició el juicio resultaba contra ella misma,  por lo que el caso lo había arreglado extrajudicialmente y que había convenido en que se le pague 40.000 dólares. Al juez no le quedó más que aprobar el acuerdo, ante la risa del foro.

El  tercer caso: una joven en una fiesta consultó a un golfista profesional sobre el modo de mejorar su técnica. A poco recibió una factura por 200 dólares. Ésta consulta a un abogado, el cual le dice: “Si ese señor insiste, envíemelo”. A poco recibe del abogado una factura por la consulta de cien dólares. El juez resolvió que tenía que pagar las dos cuentas.

En la  política sucede algo parecido: Andrés López Obrador, el presidente mexicano, sustentado en una disposición constitucional decide realizar una consulta para que, transcurrido sus tres años presidenciales,  el pueblo disponga que “se quede o se vaya”. La oposición califica de absurda tal consulta,  que además cuesta cinco mil millones de pesos, pues es contra el mismo AMLO, que  sin ella seguiría de presidente hasta completar el período para el cual fue elegido, y que, en todo caso, correspondería hacerla a la oposición. Lo  interesante es que tras la primera pregunta consulta una segunda: “Si el pueblo ratifica su mandato” pues de ratificarlo se quedaría eternamente de presidente. En México no habrá reelección,  sí  picardía.