Escenario cuántico

Eduardo F. Naranjo C.

Encaramos condiciones de riesgo por el desarrollo de tecnologías como la IA que aún no se comprende bien y su acelerado desarrollo hará que en una década la sociedad mundial sea otra. Las grandes empresas tecnológicas que desarrollan sistemas de ‘inteligencia artificial’, término no aceptado por algunos científicos, están en la posibilidad de convertirse en óptimo elemento de control social, a pesar de lo que sostengan algunos líderes del sistema.

Tendemos a ir por el camino del menor esfuerzo y el conocimiento superficial, que nos hará  víctimas en el ciberespacio y con la operación de máquinas que procesan información a nivel cuántico, sus administradores tendrán los datos de todos quienes poseen un dispositivo electrónico de comunicación, la gente coloca fotos y actividades para sus conocidos, todo va a la gran memoria en la ‘nube’, de tal forma que, si Google,  Microsoft o cualquier operadora en las sombras quieren saber de alguien o algo lo obtienen al instante.

Donde el derecho impere las normas legales podrían regular, pero la debilidad del sistema no asegura justicia, el futuro cercano mostrará sorpresas, el ‘gran hermano’ tomará forma e incidirá directa o indirectamente en los comportamientos de poblaciones, asunto que ya pasó en algunos casos.

La distopía se materializa, los algoritmos saben mucho de cada quien, viajes, preferencias incluso dialogan con extraños parlamentos. Si estos ‘mecanismos’ logran generar pensamientos autónomos, es difícil predecir. El dominio de la pantalla sobre niños y jóvenes es abrumador, perfila actitudes que aseguran una sociedad que en su avance tendrá grandes retos que resolver.

¿Reaccionará la muchedumbre cuando se percate de que somos solo un número, que será conducido  donde el ‘gran hermano’ desee? ¿Será entonces un mundo feliz, como dice Huxley? El precio de los beneficios del sistema puede ser alto.