¿Eliminar esta asamblea?

Apenas cien días y esta asamblea batió un récord: es la peor de los últimos 40 años, tras la vuelta a la democracia en 1979. La peste le cayó a esta función del Estado, como a la Alcaldía de Quito. No hay día sin noticias, como la apología del delito de la legisladora Rosa Cerda, aconsejando a partidarios que “si roben, roben bien”, el intento de adquirir vehículos de alta gama de la presidenta Guadalupe Llori, quien, al informar sobre los cien días, dijo: “no podemos dejarnos llevar por los intereses ocultos tras las campañas de desprestigio contra esta Asamblea”. Como si no estuviera desprestigiada ya…

Además, el episodio de Bella, la coimera ofreciendo cargos públicos (en salud y tránsito). Feos los hallazgos en el chat de redes sociales de su celular, donde decía textualmente “te hacecto los primeros 3 mil”, a Pablo Luna, por un primer abono de tres mil dólares para ser su asesor.

Bruno Segovia, asambleísta de Pachakutik difundió un chat de otro reparto de cargos de un asesor de su coideario y jefe de bancada, Darwin Pereira. “Espacios para médicos, 20 personas en el ministerio de trabajo, unos cuantos docentes y en la empresa eléctrica perfil bajo”, se leía en la cuenta de WhatsApp de Peter Armijos, el asesor de marras. Pereira reconoció los chats y se desmarcó “de la actuación de otras personas”.

Otra denuncia por supuesta gestión de empleos públicos fue la del asambleísta Elías Jachero, de la bancada oficialista BAN (no es parte de Creo). En su WhatsApp en la conversación entre un hombre y Jachero, éste ofrece gestionar un cargo público para el hijo. La persona está “molesta por la demora” y el asambleísta le pide “paciencia”.

Ricardo Vanegas, detectivesco y pintoresco abogado, hoy asambleísta, demuestra que sabe “figuretear”. De juzgar al impresentable defensor del pueblo y sancionar al presidente de fiscalización (¿“sabe demasiado”?) hasta investigar la interceptación de celulares de sus colegas (¿32 asambleístas con rabo de paja, incluido Vanegas?). Villavicencio se declaró en rebeldía. Como en el correísmo: ¿sitiar al denunciante y proteger a los denunciados?

¿Qué hizo la Asamblea? Espíritu de cuerpo con Cerda, pedido de sanción a “Bella la coimera”, afán de figurar de algunos y separar al que fiscaliza. No deben irse solo los denunciados, sino todos. Las excepciones no son la regla. ¿Cómo escogen los partidos a sus asambleístas? Hace falta “la muerte cruzada” o separar al legislativo en dos cámaras.