César Ulloa
¿En qué momento todo se fue al diablo? En el mismo instante que aceptamos la ley del mínimo esfuerzo, se naturalizó la viveza criolla y un grupo de capataces hicieron de los partidos políticos, mecanismos de ascenso económico. Los pocos buenos se fueron. ¿Cuándo sucedió? Desde siempre, porque la república nació chueca, excluyente, indolente, incolora. ¿En qué momento se exacerbaron los vicios? En la mezcla de caudillismo, populismo y testaferrismo de las elites en el poder. ¿Cómo podemos enderezar el árbol torcido? Con un baño de verdad al costo que sea y con la voluntad plena de dialogar para aterrizar en propuestas. ¿Quiénes pueden propiciar un nuevo espacio? Los sectores con mayor aceptación y credibilidad: universidades, sociedad civil e Iglesia.
Esto significa que los partidos políticos y el poder económico deben escuchar, aprender, asumir errores y dar paso a un nuevo modelo, en el cual se impulsen los intereses nacionales y no la supervivencia a costa del Estado por parte de varios grupos. El riesgo de no hacer nada nos conduce a tocar el fondo de la quebrada, ahora investida de autoritarismo de la extrema izquierda y la derecha. Las consecuencias más cercanas son el ahondamiento de la crisis de la democracia en la pérdida gradual de los derechos y las libertades. Ecuador vive un momento crucial, pues las elecciones anticipadas no garantizan que la Asamblea que viene sea mejor que la disuelta o la peor de la historia.
Las lecciones de la muerte cruzada son varias y la más esencial que hay una democracia sin partidos, fatiga cívica y una sociedad que conversa consigo misma debido al descrédito de las instituciones. De ahí, la necesidad de impulsar un proceso sostenido de diálogo, pues los problemas que enfrentamos nos tocan a todos: inseguridad, violencia, desempleo, desnutrición crónica infantil, migración, ausencia de acceso a servicios y también muy mala calidad de los pocos que hay, además de suicidio en los jóvenes como su primera causa de muerte. Es el momento de un gran acuerdo nacional y compromisos definidos por parte de todos los sectores. Esto no se logra rápido, pero debemos iniciar por algo.