El titiritero del mal y el gabinete de los prófugos

Ugo Stornaiolo

 Tan mal lo hace Lasso que los correístas aprovechan el desgaste del gobierno. El CPCCS es otra vez un antro del correísmo, como el Consejo de la Judicatura del impresentable Wilman Terán —mezcla de “mesías, cantinflas y payaso”— (la segunda guerra mundial fue en el siglo XX, no en el XVIII).

En esa Asamblea de analfabetos constitucionales se forja informes, se inventa causales y se busca parientes y amigos al mandatario, hasta en la bitácora de Carondelet, para botarlo. Se inventarán cualquier cosa que no está en la Constitución que ellos crearon, mientras estalla el zafarrancho de la cúpula policial, por intereses de algunos generales (a Tannya Varela y otros, incluido el esposo, debieron investigarlos hace rato).

El país asiste atónito a ‘sesiones reservadas’ de la Asamblea en donde hablan de líos de faldas, infidencias de alcoba, ‘dimes y diretes’, compra de conciencias, diezmos, cargos públicos o sectores estratégicos y viajes de legisladoras a un país —Irán— en donde las mujeres son vejadas, envenenadas y asesinadas. ¿Lo sabían Marcela Holguín y su combo?

Entre gallos y medianoche, sin que el embajador Gabriel Fuks sepa —y si se enteró, no importa— se escapó la prófuga María Duarte (versión criolla de Julian Assange) de una residencia diplomática super segura y vigilada. ¿Hubo en la fuga vehículos de la legación argentina?

Entretanto, el titiritero del mal se frota las manos en Bélgica, mientras el país se va al carajo y los corruptos de la década perdida huyen o consiguen ‘medidas sustitutivas’. El gabinete de prófugos se arma: el caudillo Correa espera que el CPCCS y el CJ pongan jueces para liberarlo de sus culpas; Jorge Glas (¿dónde estará? ¿aún oirá voces y verá sangre en las paredes?); y Alexis Mera, en su casa…

Y en los refugios de correístas, como Venezuela, los hermanos Fernando (que se soltó el grillete) y Vinicio Alvarado; y México, con la crema y nata: Ricardo Patiño, Gabriela Rivadeneira, Viteri Gualinga, Jarrín y Soledad Buendía. Gustavo Petro tuvo de asesor a Vinicio Alvarado. Todos planificando la desestabilización y dirigiendo a control remoto a legisladores analfabetos, pero sumisos.

María Duarte huyó a Venezuela e irá a Argentina a cantarle a Gardel. Aunque Alberto Fernández pidió asilo para la exfuncionaria, el Ecuador no otorgó el salvoconducto, por estar sentenciada por delitos comunes. Mientras los correístas y socialcristianos siguen conspirando y creyendo que ‘con ellos todo va a estar mejor’, el país se sigue yendo al carajo…