El Parque Jurásico ecuatoriano

No solo fue Frankie, el dinosaurio, en la ONU alertando sobre el peligro que amenaza al planeta por el daño al medio ambiente, la depredación del bosque amazónico y africano, los mares en peligro y el deshielo de los polos. Los dinosaurios no se extinguieron: cambiaron de forma. Son humanos que creen que todavía viven en la era cretácica o en el pleistoceno.

Son de carne y hueso. Eso sí, respetan los interminables feriados para “tomar impulso”, como si la lucha reivindicativa debiera tomarse días de pausa. Ellos sí protestan por subsidios a combustibles fósiles y hacen reivindicaciones sacadas de algún manual de la izquierda jurásica (el libro rojo de Mao). No saben que en la Cumbre Mundial sobre el Medio Ambiente (COP26) de Glasgow se debate sobre la eliminación de carburantes fósiles contaminantes para reemplazarlos por energías limpias.

Pero Iza, Yaku Pérez, Erazo, los yasunidos (“yasubsidios“), los “guevaristas”, los mariateguistas y otros, autonombrados líderes de colectivos sociales e indígenas piensan solo en su bienestar y usufructuar el poder que lograron destruyendo ciudades, rompiendo adoquines, quemando y talando árboles. Tan ambientalistas y ecologistas que son…

No se enteraron de que el presidente al que acusan de antemano (¿son también adivinos?) de querer explotar más petróleo en el Oriente y minería en otras zonas, acaba de hacer uno de los anuncios más importantes en materia ambiental: la ampliación de la reserva marina de las Galápagos (junto con Colombia, Panamá y Costa Rica). 60 mil Km2 que serán un laboratorio para desarrollar investigaciones científicas.

Lasso también dijo en Glasgow que el país busca una transición energética a “un desarrollo ecológico, productivo y sostenible” y que hay una propuesta concreta para canjear deuda por conservación. Lasso, tan “enemigo” del medio ambiente, mientras Correa les dijo a los alemanes que “cambien sus donaciones en centavitos y se las metan en las orejas”, tras el fracaso de la iniciativa Yasuní.

Algo debe hacer la izquierda jurásica. Dinosaurios que quieren imponer sus caprichos. Se dicen defensores de la naturaleza pero quieren subsidios a los combustibles y talan árboles para hacer barricadas. ¡Ah!, pero eso sí, solo de lunes a viernes en horario laboral, jamás en feriado o fin de semana. Las chacras y terrenos de los líderes indígenas y oficinas de los viejos sindicalistas deben preservarse, con sus privilegios. El Parque Jurásico ecuatoriano debe ser declarado “patrimonio tangible de la necedad”.