El pánico y la discriminación

‘Vienen los pasaportes mundiales de vacunas’ titula Tyler Durden en el recomendable sitio ZeroHedge, y son llamados el ‘boleto de oro’ para viajar. El operador de yates de alquiler Panagiotis Mastoras dijo: “Es la forma más segura”. Algunas empresas privadas que viven del turismo están de acuerdo porque lo ven como la posibilidad de que los gobiernos levanten las restricciones y que, aquellos que están en pánico, se animen a viajar.

Pero las vacunas no garantizan la inmunidad y ya empezaron a circular los test negativos falsificados.

Países como Grecia, que tienen mucho turismo, esperan recibir nuevamente visitantes, y lidera la promoción de pasaportes para vacunas, o pruebas de anticuerpos, en forma de certificados o tarjetas digitales, entre otras naciones turísticas como Tailandia y del Caribe. Y, como las líneas aéreas podrían perder $95.000 millones en 2021 después del peor año registrado en 2020, muchas apoyan “medidas que faciliten” que la gente vuelva a viajar. Singapore, Qatar, American y United Airlines son algunas de las que implementarían estas medidas.

Pero, los pasaportes también son muy discriminatorios. Para empezar, favorecerán a los habitantes de las naciones más ricas sobre las más pobres donde la distribución de vacunas apenas ha comenzado.

Han sido astutos los políticos al instalar el miedo para que la gente pida más restricciones -aumentando el poder de los políticos- por una enfermedad que pareciera no ameritarlo: lleva apenas el 0,04% de muertes globales, la quinta parte de los fallecidos por cáncer. En cualquier caso, grave o no la enfermedad, la sociedad en libertad podría manejar la situación con mucha más eficiencia que los Estados y su proverbial ineficacia y, de este modo, no se vulneraría el derecho humano fundamental de la libertad personal.

* Asesor del Centro para la Prosperidad Global, California.

@alextagliavini