El opulento Guamán

La ideología indigenista sirvió para movilizar grupos políticos por décadas y ganar alcaldías y prefecturas en elecciones. Hasta hoy, ni la genética ni las neurociencias ni la sociología logran explicar quién es indígena y quién no. Solo el romanticismo del ‘buen salvaje’, descrito por Jean Jacques Rousseau; un pensamiento filosófico-político para justificar la conquista y explotación económica de América Latina. Unos ‘siervos de la naturaleza’ bondadosos tras el imaginario europeo donde prima la controversia entre primitivos y civilizados. Unos virtuosos, ingenuos, amables y confiados; y, otros, sanguinarios, torturadores, codiciosos y fanáticos. Pero, ¿y si todos somos nativos? ¿Y si el mito opera al revés, entre opulentos y miserables en condición de secuestrador?

Lo que sí, la Fiscalía y Policía buscan resolver la discusión desgastada de la corrupción y las causas indígenas extraviadas; el enriquecimiento ilegal y el pleno utilitarismo de varios dirigentes del movimiento Pachakutik y de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). Al menos, de Jorge Guamán, el prefecto de Cotopaxi y su familia. La pista: una cuenta de Sisa (la hija) en el Banco Atlántida de Nicaragua con USD 30 millones después de una supuesta feria de cargos públicos.

Esto tiene varios efectos y contrapesos. No está detenido el asesor presidencial Juan José Pons pese a un operativo de indagación similar por un delito de asociación ilícita donde la feria de cargos sería en las aduanas. Con igual benevolencia, Lenin Moreno, fue investigado por la desaparición de bienes patrimoniales en Carondelet. Un supuesto delito de peculado, imprescriptible, con prisión de hasta 13 años de cárcel. El mismo crimen con que se les acusa a dos ex ministros de Defensa del correísmo y a 14 oficiales de la Fuerza Aérea. En 2008 compraron siete helicópteros Dhruv en mal estado.

Hay que tener en cuenta la ineptitud del gobierno para no depurar sus filas del correísmo. Persiste un populismo y demagogia en su tercera versión. Incompetencia que vuelve insostenibles las ‘mesas de diálogo’ con los indígenas que exigen subsidios a los combustibles y controlar, vía decreto, un listado de precios en los mercados. El contrabando fronterizo sube y el costo de los insumos de la producción de cocaína baja. Todo, en medio de la opulencia de los Guamán y la retórica indigenista responsable de la mayor tasa de desnutrición infantil y de pobreza en la serranía central ecuatoriana.

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