La literatura de ficción explora un nuevo subgénero. Se trata de la corriente del mum noir en la cual las autoras miran hacia los aspectos más oscuros de la maternidad. En estas novelas no hay madres caminando en tacones, resplandeciendo, mientras empujan un cochecito de bebé. Todo lo contrario, las protagonistas lucen ojeras, cabelleras despeinadas; pero lo más fuerte, tienen el corazón encogido porque la maternidad no cumple con las expectativas que impone la sociedad en la que viven.
En este contexto es que Ashley Audrain, canadiense de 39 años, se aventuró a debutar como novelista con su libro The Push, “El instinto”, en su traducción al castellano. Un título que ha tenido éxito en más de 30 países.
La prosa de Audrain es convincente y obliga a enfrentar el miedo con respecto a la maternidad. ¿Seré una buena madre? ¿Repetiré los patrones de mi propia madre? Son algunas de las cuestiones que rondan la cabeza de Blythe, la protagonista, una vez que se entera de que está embarazada. Un paso que da por su esposo, porque ella francamente no quería serlo, pues fue abandonada por la suya en plena adolescencia.
Cuando llega su primogénita, Violet, le ocurre algo extraño. No se siente conectada a su hija. No siente el cosquilleo en el corazón del que tanto le han hablado. Opuesto a ello, se siente cansada, frágil, sin tiempo para retomar su trabajo, agobiada por las tareas del hogar. Además, cuando mira a su pequeña siente un viso de maldad. De su hija hacia ella… ¿puede ser un niño malo de nacimiento? ¡Tonterías! Eso no puede ser posible.
Este thriller psicológico aterriza en el debate de naturaleza versus crianza. En las cadenas que se arrastran genéticamente entre abuelas, madres e hijas. Muestra sin reparos el descalabro de la vida de pareja una vez que llegan los hijos. Y, sobre todo, evidencia el lado más oscuro de la maternidad, de ese tipo de maternidad en el cual el miedo llega a superar al amor.
Un título que recomiendo leerlo. En mi cuenta de Instagram @booksbylolita encuentran la reseña.