El IESS

Rodrigo Contero Peñafiel
Rodrigo Contero Peñafiel

El 8 de marzo de 1928, el presidente Isidro Ayora fundó la Caja de Pensiones que en 1970 tomó el nombre de Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) con el propósito de otorgar prestaciones y servicios al trabajador ecuatoriano y a la población vulnerable (adultos mayores), a fin de atender riesgos y accidentes de trabajo, enfermedades, vejez, ayuda mortuoria y montepío.

En el sistema de seguridad social las pensiones jubilares se cubren con los aportes de los afiliados: cada generación activa paga a la anterior y recibe de la siguiente. El cálculo matemático actuarial estima la supervivencia de las personas y establece el manejo de los fondos de los afiliados en el tiempo. Los aportes se acumulan e invierten para garantizar el pago de las pensiones y la atención médica de afiliados y jubilados previniendo un posible desfinanciamiento a futuro.

La pandemia ha marcado una nueva realidad en el IESS. La universalidad, solidaridad, integridad, sostenibilidad, unidad, oportunidad, eficacia, suficiencia, internacionalidad e igualdad, entre otros principios y derechos sociales, no pueden ser politizados porque son la base del bienestar individual y familiar de los ciudadanos. Hasta el año 2020, solo el 35% de los 8,1 millones de ciudadanos que conforman la población económicamente activa estaba afiliado; ese porcentaje sigue reduciéndose, en lugar de ampliarse la cobertura sin discrimen de clase, nivel económico, sexo, raza, religión o ideología.

El Estado tiene la obligación de financiar el 40% de los aportes, lo que debe constar en el presupuesto de cada año. Estos recursos no pueden ser malversados por la corrupción organizada.

Hay que priorizar la atención en salud: médicos, paramédicos, exámenes clínicos, medicinas y el pago de pensiones. En tiempos de pandemia conseguir una cita médica es una odisea; meses de espera, un sinnúmero de derivaciones y cirugías represadas. La burocracia inoperante debe ser cambiada. No es posible que pacientes con enfermedades terminales, crónicas o de especialidad recorran hospitales y dispensarios mendigando un turno. El IESS necesita renovar su sistema administrativo con personas que tengan calidad humana y conocimientos de seguridad social.