El IESS incumple

La Comisión Interventora del IESS, en el año 2000, sin ningún estudio técnico que lo justificara, despidió intempestivamente a cientos de trabajadores que defendían la no privatización de la seguridad social; unos habían cumplido 30 o más años de servicio y otros entre 20 y 24 años, 11 meses, lo que les daba derecho al pago de la jubilación patronal proporcional que no fue tomado en cuenta por las autoridades de ese tiempo. Muchos trabajadores de edad avanzada sobreviven sin la jubilación por vejez al no haber podido seguir aportando al IESS. 22 años han transcurrido de ese abuso de autoridad que les obligó a presentar el reclamo correspondiente a la Corte Constitucional, el 3 de abril de 2014, misma, que falló a su favor el 10 de febrero de 2021.

Ante la falta de acuerdo de parte del IESS, el Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo, el 2 de febrero de 2022, determinó mediante un informe pericial los montos a pagar y dictó el mandamiento de ejecución correspondiente, acción legal que el IESS se niega a cumplir, negando así también el derecho pleno de acceso a la justicia, cuando se cuenta con una decisión judicial formal, más no material. Con esto se sigue causando un grave daño a las personas de la tercera edad que, además de no tener jubilación mensual, no tienen acceso a los servicios de salud del IESS y por último deben enfrentar a tramitadores de oficio que buscan réditos económicos indebidos.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos señala que la responsabilidad estatal no termina cuando las autoridades emiten la sentencia, sino que debe garantizarse los medios para ejecutarla, de la misma manera señala que los procedimientos de ejecución deben ser accesibles para las partes, sin obstáculos o demoras indebidas para que se garantice el carácter vinculante y obligatorio de las decisiones de última instancia. De no darse cumplimiento a esta sentencia corresponde iniciar las acciones legales ante la Fiscalía General del Estado, en contra de los servidores que estarían incumpliendo las resoluciones judiciales.  “Sé justo en el momento preciso. Toda justicia que tarda es injusticia”, dice Marcel Schwob.