El hombre, ¿el peor amigo del perro?

Nunca fui tan consciente de la cantidad de perros abandonados que deambulan por las calles, hasta que fui madre.

Mi hija, desde que tiene uso de razón, activó una especie de radar que le permite detectar a cualquier peludo que circule a 10 metros a la redonda. Si fuese por ella, alimentaría, bañaría y diera refugio a cualquiera que le mueva la cola por más de dos segundos. Pero, más allá de la ternura que me provoca su sensibilidad por otros seres vivos, me ha contagiado su profunda preocupación.

¿Cómo mitigar este creciente abandono? Como con cualquier problema, el primer paso es asumir y tomar conciencia.

Hace una semana se conmemoró el Día Mundial del Perro, una fecha que busca generar conocimiento sobre el abandono animal. La cifra es alarmante; según la Organización Mundial de la Salud, un 70% de los perros no tiene hogar. Ecuador no está excluido de la estadística. En los últimos meses ha habido un incremento de denuncias ciudadanas que evidencian, con fotografías en redes sociales, a decenas de perritos abandonados.

La crisis sanitaria de la covid-19 disparó las alarmas en Quito. El Municipio, a través de la Secretaría de Salud y Urbanimal informó que el número de abandonos pasó de uno a 10 casos en abril 2020. Asimismo, el PAE, en la capital, recibe un promedio de siete animales diarios. Buscan fondos para costear alimentos y tratamientos.

En Ambato se abandonan más de 20 perros al día y los lugares ‘comunes’ para hacerlo son la vía Ambato-Riobamba, vía a Aguaján, la vía a Píllaro y los alrededores del mercado América. Lo triste es que los dejan a su suerte, sin sortear la posibilidad de llevarlos a un centro de rescate o refugio de animales.

No todos quienes lean estas líneas podrán adoptar una mascota, pero quizá sí puedan hacer, al menos, una donación de comida o medicinas a los grupos que ayudan animales. Juntos podemos demostrar que el hombre no es el peor amigo del perro.