El caso Isspol

La corrupción gira como un círculo perpetuo que regresa al mismo lugar. Una arquitectura financiera precisa de estafas y sobornos. Si fuera un matrimonio entre el mercado de valores y la Seguridad Social de la Policía, la Fiscalía tendría que repetir el camino de allanamientos y flores para reidentificar a los implicados en negocios turbios  de títulos, contratos e inversiones falsos, en supuestas empresas de Panamá y EE.UU.

El dinero de los ahorros de los policías jubilados se enviaba a cuentas del extranjero para desvanecerlo. De un capital de 1.550 millones de dólares, al menos 327 millones, según la investigación, se usaron para la denominada operación ‘Swap’, un negocio con bonos de recompra de deuda interna; hasta hoy dinero irrecuperable.

Las directivas anteriores del Isspol realizaron fideicomisos mal registrados y autorizaron compras de facturas comerciales erróneas. No obstante, la gran estafa consistía en colocar dinero a través de un intermediador internacional fugaz, Jorge Chérrez; quien, al parecer, actuaba confabulado con la Bolsa de Valores de Guayaquil, el Depósito Centralizado de Valores (Decevale) y la Casa de Valores Citadel. Un parte policial dice que se habrían usado recursos de inversionistas institucionales del Biess, Isspol, del Fondo de Cesantía del Magisterio, Seguros Sucre, Latina de Seguros y otras entidades.

El delito de falsedad de información bursátil, en las inversiones chuecas del Isspol por unos 800 millones, existió por negligencia de las superintendencias de Bancos y Compañías. Lo sorprendente es la red conectada a exfuncionarios de ministerios, Finanzas y Gobierno, el descalabro de los entes del control bursátil y de la educación superior que permite universidades brutalmente endeudadas y en plan de atraco; glosas relacionadas desaparecidas o quemadas en Contraloría, esa dinámica de sobornos calcada y el silencio cómplice del Banco Central del Ecuador.

La ex ministra, María Paula Romo, denunció, en su momento, la inacción frente a lo adeudado y el conflicto de intereses entre el mercado de valores y los beneficiarios de los préstamos. Recordemos que ella fue destituida con votos correístas y socialcristianos después de mostrar el esquema de acreedores y la trama del fraude. El no pago de una fiducia millonaria con la Universidad UTE, entre otros. En total, unas 10 firmas, Ecuagran y Delcorp, que le deben dinero al Isspol. Así, la falta de dinero, que como dice el escritor Mark Twain, es la raíz de todo mal: peor de los policías de un país.

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