El binomio ideal

César Ulloa

El binomio ideal es el que se ha jugado por el país todos los días y no únicamente en campaña electoral o en redes sociales. Es el que cree en el combate contra la desnutrición crónica infantil, apoya la agricultura, es devoto del poder que tiene la educación, además de creer en la inversión progresiva en la salud y la defensa de la seguridad social. También respalda la producción, porque sin generar riqueza no se combate la pobreza. A cada quien con sus impuestos, sobre todo. Aquí nadie se debe bajar de sus responsabilidades.

El binomio ideal actúa con firmeza contra la delincuencia, no le tiembla la voz ni la mano contra la corrupción y la impunidad. Le duele el desastre que tenemos y no duerme, porque quiere cambiar la realidad. El binomio ideal sabe gestionar, hacer, construir, descentralizar. Escucha y actúa con respeto. Enarbola la tricolor con orgullo y saca el pecho. Piensa en el país porque hace país. En otras palabras, no es advenedizo ni pura pirotecnia.

Queremos un binomio que gobierne y que no se entregue a los brazos del extorsionador de turno, es decir, mafias, partidos, poderes de facto, elites desorientadas. Este binomio debe restaurar el tejido social, lograr que los ecuatorianos volvamos a creer en nosotros mismos y en nuestros vecinos, pues no se puede construir sociedad con desconfianza, miedo y viveza criolla. El binomio ideal debe dialogar con resultados, actuar con evidencias, acordar un trabajo en equilibrio y respeto con las demás funciones del Estado. El binomio debe decirnos cuál es el camino como resultado de un gran acuerdo nacional.

Ecuador exige un giro ético de la política y eso se logra exigiendo calidad en cada una de las candidaturas. No pueden repetir los mismos que ya fueron parte de la peor Asamblea desde la transición a la democracia. Solo el hecho de que varios partidos quieren postular a los anteriores, es razón suficiente para castigarlos con el voto ciudadano de forma democrática. La muerte cruzada nos pone frente al espejo a los partidos y movimientos. Democracia ya, decencia, sobre todo.